Fotografía: Cortesía. Texto por Katya López
Se trabajó para que el tramo elevado, entre las estaciones Pantitlán y Puebla, se apuntalara debido al hundimiento del suelo; la estructura es segura para los usuarios.
El próximo agosto, la Línea 9 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (que cada año tiene una afluencia estimada de 72 millones 400 mil usuarios), cumplirá 36 años en activo. En la estación Pantitlán se han realizado tres proyectos preventivos y uno de monitoreo que, de acuerdo al director del Instituto para la Seguridad en las Construcciones (ISC), Renato Berrón Ruiz, “se llevaron a cabo tras distintos estudios en los que se detectó que el tramo elevado entre la terminal Pantitlán y la estación Puebla tenía riesgos debido al tipo de suelo, pero los usuarios pueden estar tranquilos ya que la estructura es segura”, nos comenta en entrevista para Máspormás.
¿Qué pasa en el tramo elevado de la Línea 9?
La CDMX se hunde principalmente por la extracción de agua y esto tiene sus efectos en la infraestructura urbana. Hace varios años se venía monitoreando esta línea ante los asentamientos diferenciales que presentaba y estos se deben al hundimiento regional. Pero también se hicieron estudios en el subsuelo y se detectó un ente de arena que afecta justamente a la estación Pantitlán, por lo que, tras los dictámenes de los estudios, se trabajó casi tres meses para reforzar la Línea 9.
¿Qué trabajos se hicieron?
Las cuatro estrategias consistieron en la colocación de puntales, “grapas” y dispositivos que detectan desplazamientos; además de la renivelación de algunas zonas de esta área. La estructura sigue como fue diseñada originalmente. Los puntales adicionales están ligados al puente y, en su parte inferior, se apoyan en la cimentación; la carga que reciben es baja, pero si sucediera un problema en el apoyo de la construcción original, entonces empiezan a funcionar de inmediato; son sólo una medida preventiva en caso de que la estructura original tuviera un problema: están hechos de acero, tienen una longitud de cinco metros, pesan una tonelada y pueden resistir 100 toneladas en caso de que sea necesario a causa de un desplazamiento. De hecho, estos puntales sostienen a la estructura de concreto que alberga el sistema de vías de la línea.
¿Qué más se hizo?
Se instaló una serie de conexiones a base de placas llamadas “grapas”, que están en las puntas constructivas donde se localizan las pasarelas, como un refuerzo en las uniones articuladas para controlar los desplazamientos horizontales y que avisan cuando los desplazamientos son excesivos; los conectores a estas placas informarán si hay movimiento para así realizar los ajustes.
¿Cuántos trabajadores participaron?
Un grupo de 50 trabajadores colaboró en distintas etapas para ejecutar las estrategias preventivas que, por cierto, no requirieron cerrar el servicio para los usuarios. Si bien el ISC tiene registrados asentamientos diferenciales en distintas estaciones del metro, no tenían la gravedad que presentaba el tramo de Pantitlán que recién se reforzó. En la actualidad, la Secretaría de Obras y el Metro trabajan de forma coordinada para monitorear Pantitlán y otras estaciones. Algunas tienen asentamientos diferenciales de menor magnitud; el caso Pantitlán era grave y por eso se intervino de forma urgente, pero seguimos trabajando con el STCM para que, si se detecta algo que rebase los límites permisibles, se actúe en consecuencia.
¿Los usuarios pueden estar tranquilos?
Sí, lo que se hizo fue una acción preventiva. No ocurrió algo grave que generara tomar esta decisión, sino que sencillamente al monitorear se hacen dictámenes de estructuras importantes y aquí detectamos movimientos de estructura que ya habían rebasado lo reglamentario.
LA CAFÉ
La Línea 9 del Metro, que corre de Pantitlán a Tacubaya, es de las más cortas del sistema pero de las que más conexiones tiene con otras. En Pantitlán se puede transbordar a las Líneas 1, 5 y A; en Jamaica, hacia la Línea 4; Chabacano hace entronque con las Líneas 2 y 8; en Centro Médico, con la Línea 2; y en Tacubaya con las Líneas 1 y 7. Todos los días, en promedio, la utilizan casi 200 mil usuarios. Previo a la pandemia, toda la red del Sistema de Transporte Colectivo Metro trasladaba poco más de 5 millones de personas al día.
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