En la Plaza de la ranita, más de mil inmigrantes libaneses huyeron del imperio Otomano a finales del siglo XIX y se refugiaron en México. Como agradecimiento, la comunidad regaló este reloj en el centenario de la Independencia
En la esquina de Venustiano Carranza y Bolívar, en la colonia Centro, se encuentra esta plaza que tiene más de 200 años de antigüedad. Se construyó a mediados del siglo XIX; en ese entonces, ahí se ubicaba una caja de agua que servía tanto a un colegio de niñas que había en la cuadra como a los habitantes de la zona.
En 1870, durante el mandato de Benito Juárez, esta plaza fue renovada con árboles, bancas y una fuente. Entonces decidieron nombrarla como Plaza 5 de Mayo. Sin embargo, en 1887, el gobierno de Porfirio Díaz quitó lo que había en el sitio y lo rebautizó como Plaza Victoria. Algunos habitantes la conocen también como la Plaza del colegio de las niñas.
Actualmente es conocida como la Plaza del Reloj Otomano, porque en ella se encuentra un reloj con carátulas de bronce, adornado con pequeños mosaicos, que la comunidad otomana (libanesa) regaló en 1910. Aunque también se le conoce como la Plaza de la ranita por la escultura de una rana que toca un laúd.