La Red por los Derechos de las Infancias (Redim) denunció que la violencia armada en el municipio de Pantelhó, en Chiapas, afecta a 13 mil infantes; señaló que el 12 de marzo, personas armadas causaron la muerte de dos menores de 10 y 17 años
La Red por los Derechos de las Infancias en Chiapas (Redias) y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) denunciaron que la violencia armada en el municipio de Pantelhó está afectando a un aproximado de 13 mil infantes, por lo que exigieron a las autoridades estatales y federales mayor protección.
Ambas organizaciones señalaron que el martes 12 de marzo, personas armadas causaron la muerte de dos menores (10 y 17 años) al tiempo de lesionar a otros dos (10 y 15 años). Dijeron que estos dos homicidios se suman a los siete registrados este año por la organización Melel Xojobal; cuatro de ellos han sido en la región de Los Altos de Chiapas.
Mencionaron que a pesar de que elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana mantienen un operativo en carreteras y en el interior del municipio desde octubre pasado, en enero se registraron balaceras, enfrentamientos y emboscadas.
La presencia creciente de grupos criminales y el aumento de la violencia armada en los Altos de Chiapas han convertido a los niños y adolescentes en víctimas vulnerables de un conflicto que no les pertenece. Desde hace años, la región ha sido testigo de una disputa territorial marcada por la proliferación de grupos armados, dejando a los menores atrapados en medio del fuego cruzado.
La situación se agrava con el desplazamiento forzado de miles de personas, como ocurrió en julio de 2021 cuando más de 2 mil habitantes de Pantelhó y Chenalhó se vieron obligados a abandonar sus hogares debido a la violencia del crimen organizado. Desde entonces, cientos de personas han buscado refugio en comunidades cercanas, viviendo en condiciones precarias y con un constante temor por su seguridad.
A pesar de la presencia de fuerzas militares y de seguridad en la zona desde octubre de 2023, la violencia persiste. Balaceras, enfrentamientos y emboscadas son moneda corriente en un escenario donde los niños y adolescentes son las víctimas más vulnerables. La falta de acción por parte del Estado para frenar esta espiral de violencia ha sido denunciada por parte de las organizaciones defensoras de derechos.