El secretario de Estado de EU, Antony Blinken, señaló que la acción de las autoridades mexicanas, de expropiar terrenos de una mina de piedra caliza manejada por Calica, filial de Vulcan Materials, “no es una buena forma de atraer inversiones”
El presidente Andrés Manuel López Obrador negó que su gobierno pretenda expropiar los terrenos de una mina de piedra caliza manejada por Calica, filial de la empresa estadounidense Vulcan Materials, en Quintana Roo, tal como lo comentó el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
No obstante, aclaró que se trata de una clausura por daño al medio ambiente: “No estamos expropiando, es una clausura, porque no podemos quedarnos con los brazos cruzados cuando se está violando la ley en nuestro país y se está destruyendo nuestro territorio”, apuntó durante su conferencia matutina.
El mandatario federal señaló que en los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari y de Ernesto Zedillo, Vulcan Materials recibió permisos para extraer grava y arena junto al centro vacacional Xcaret.
“Empiezan a extraer material, violan todas las leyes ecológicas y todo ese material se lo llevan a Estados Unidos para arreglar las calles de sus ciudades, destruyendo nuestro territorio”, acusó tras mencionar que al comienzo de su administración intentó dialogar con la empresa para que no siguieran cometiendo “ecocidio”.
Señaló que su gobierno ofreció comprar la parte afectada del terreno, que corresponde a unas mil 500 hectáreas, al tiempo de convertirlas en reserva ecológica. Sin embargo, comentó que la empresa no aceptó.
El martes, Blinken afirmó ante una comisión del Senado que la acción de las autoridades mexicanas, de la “expropiación” del terreno, “no es una buena forma de atraer inversiones”.
En este sentido, López Obrador contestó que su gobierno no quiere traer inversores extranjeros “a cualquier precio, ni mucho menos a que traigan inversión para destruir el territorio”.