Salvando el planeta con tu lista de mercado

Por: Redacción
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Fotografía: cortesía. Texto por Mariana Orozco.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, en la CDMX se tiran cerca de 13 mil toneladas de comida al día, mientras que el 15% de la población tiene alguna carencia alimentaria.

El desperdicio de alimentos no sólo se refiere al alimento que termina en la basura, sino que contempla todos los recursos que se utilizaron para su producción (el agua, la tierra, la energía, la mano de obra y el capital), entonces la cifra se vuelve escandalosa.

Este despilfarro genera emisiones de gases de efecto invernadero que contaminan todavía más el aire que respiramos. Todo suena terrible pero hay remedio. Esta transformación de paradigma de desperdicio alimentario depende de dos grandes acciones: olvidarse de lo perfecto y hacerse cargo de lo evidente. Llevo años dando clases de cocina y siempre me preguntan: ¿cómo puedo aprovechar mis ingredientes, gastar menos y cocinar mejor?

Los puntos que considero importantes para mejorar tu relación con los ingredientes y así evitar su desperdicio son: hazte cargo de frutas y verduras que no se ven perfectas, pues son las que tienen mayor probabilidad de que se vayan a la basura; compra productos en temporada, son más baratos y generalmente son producidos a nivel local o regional y no hay que importarlos para satisfacer la demanda fuera su tiempo de cultivo; prepara una lista de cuánto, cuándo y qué vas a cocinar, esto te ayudará a tener una guía; revisa tus hábitos: si siempre se te echa a perder el apio, la lechuga o la piña, probablemente no sea algo que disfrutes mucho y puede ser que los compres porque aprendiste que siempre había que tener eso en el refrigerador.

MÁS RECOMENDACIONES

La congelación es uno de los métodos de conservación más nobles y eficientes que existen. Casi todo puede congelarse, así que congela restos de comidas, verduras o frutas que ya maduraron o las proteínas animales que usarás más adelante. Utiliza las cáscaras comestibles, semillas, tallos y hojas. Casi todos los ingredientes tienen más de un uso, experimenta. Empieza por un cambio a la vez, para que la transición a estas nuevas conductas sean consistentes. Con un sólo ingrediente que salves de ser desperdiciado al día, ya hiciste un cambio y gracias a ti, el planeta y esta ciudad tienen futuro.

*Texto adaptado para Máspormás

CHILANGO IMPRESA JULIO, PÁGINA 84

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