Se atienden alrededor de 4 millones de personas cada año, 80% mujeres y 20% hombres. Cuando se trata de hacer un examen médico, el hombre lo deja al último, explican responsables de áreas
El Programa de Prevención y Control de Cáncer de la capital busca detectar oportunamente aquellos casos que son sospechosos de padecer algún tipo de cáncer, principalmente mama, cervicouterino, ovario y próstata. En el caso del cervicouterino y de próstata, se busca que las personas tomen conciencia de que la prevención es la mejor forma de contrarrestar esta enfermedad, afirman los doctores Alberto Gallardo Hernández, director de Atención Domiciliaria de los Servicios de Salud Pública, y Miguel Adrián González Noriega, titular del programa de prevención.
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CÁNCER DE PRÓSTATA
En los últimos 10 años ha crecido la incidencia del cáncer de próstata y hoy es la primera causa de enfermedad y muerte masculina en México, de acuerdo con el gobierno federal. “Incluso, si tomamos en cuenta todos los tipos de cáncer, es mayor que el de mama”, explica González Noriega, quien resalta que “se atienden alrededor de 4 millones de personas cada año donde un 80% son mujeres y sólo un 20% son hombres.
Cuando se trata de hacer un examen médico el hombre lo deja al último; de hecho, si tiene una molestia por inflamación de la próstata, niega el padecimiento y muchas veces recurre a ayuda cuando la enfermedad ya está muy avanzada”.
El galeno dice que para detectar si un paciente tiene problemas de próstata, la primera opción es un cuestionario con alrededor de 20 preguntas en torno a antecedentes hereditarios, hábitos, factores de riesgo y sintomatología. Si se detecta algún foco rojo, mandan a hacer una prueba de antígeno prostático y sólo después se procede a hacer la exploración física, la biopsia y el ultrasonido. Gallardo Hernández resaltó que “si se detecta en sus primeras fases, sólo un 10% llega a la cirugía y el resto puede tener una curación a base de medicamentos”.
Precisa que en los centros de salud especializados de la ciudad “hemos capacitado a cerca de 30 médicos distribuidos alrededor de las 16 alcaldías para que den una atención correcta y detecten de manera oportuna el cáncer, y una vez que lo detectan, se les canaliza al Instituto de Cancerología con el que tenemos un convenio, nos apoyan con exámenes más sofisticados y ellos operan a nuestros pacientes de manera gratuita”.
Cuando hay antecedentes familiares de cáncer de próstata, detalla, se recomienda comenzar con los exámenes a partir de los 40 años o 45. Para evitar factores de riesgo, recomienda evitar el consumo de alcohol y tabaco, llevar una dieta que incluya ingerir agua abundante, comer sanamente y hacer ejercicio de 30 a 45 minutos diarios.
CÁNCER CERVICOUTERINO
El doctor Miguel Adrián González Noriega, titular del programa de prevención, informa que la incidencia del cáncer cervicouterino es alta, pero es así porque “como es un estudio incómodo para la mujer, es menos frecuente que se lo realicen y por tanto la oportunidad de detección oportuna es baja, por eso, aunque es una enfermedad completamente prevenible, sigue siendo la primera causa de muerte en mujeres por tumores malignos”.
Mencionó también que cuando el cáncer se detecta a tiempo “hay muy buena esperanza de vida, pues los tratamientos actualmente existentes permiten que la usuaria se pueda recuperar, sin embargo, cuando la mujer acude a la consulta ya con sintomatología las posibilidades pueden ser pobres”. En los centros de salud “las pruebas de prevención son gratuitas y nos permiten tener un amplio margen para el tratamiento y la recuperación de la paciente”.
Como medidas de prevención contra el cáncer cervicouterino, González Noriega recomienda vacunar las niñas contra el virus del papiloma humano a partir de los 11 años; a partir de los 25, se invita a las mujeres para que acudan a los centros de salud a realizarse alguna de las pruebas disponibles, ya sea la citología cervical convencional o la detección del virus del papiloma humano y en caso de que se tenga alguna de éstas, darle el seguimiento correspondiente”.
En el caso del cáncer de cuello uterino “tenemos dos tipos de estudios: cervical convencional, llamada Papanicolau, que realizamos en todas las mujeres a partir de los 25 años; por otro lado, tenemos la prueba para la detección del virus del papiloma humano y si está presente, se procesa esa muestra para ver si ya hay un cambio sugestivo de cáncer”.
La presencia del virus por sí sólo, a pesar de que está en prácticamente más del 90% de los casos de cuello uterino, no es indicativo de que el virus desarrolle cáncer; en la mayoría de los casos “el cuerpo se defiende, elimina el virus y no progresa, por eso es importante la cultura del autocuidado”.
Texto por Mario Rojas R