Fotografía: cortesía
A lo largo de la historia, los seres humanos han dado atributos sobrenaturales y divinos a los restos de sus antepasados, desde las osamentas de sus congéneres contemporáneos hasta los esqueletos de sus predecesores lejanos.
En el antiguo Egipto, como parte del ritual funerario de esta cultura, se momificaban los cadáveres mediante un proceso que impedía su putrefacción. Se realizaba una ceremonia para purificar y volver divino al cuerpo que se convertiría en Osiris, el dios de la resurrección. Los incas también tuvieron sus momias. Se les consideraban como seres vivos e influían en la política; eran cuidadas por mujeres y tenían voceros que daban a conocer sus deseos.
En África, algunos pueblos acostumbraban a llenar con las cenizas de sus difuntos las figurillas de santos, atribuyéndoles una fuerza mística y de intermediación con los espíritus. Sin embargo, las creencias de que los huesos de los muertos tienen poderes no se limita a las culturas ancestrales o prácticas de religiones espiritistas. En el cristianismo, las reliquias relacionadas con Jesucristo y el cadáver de Santa Catalina (que permanece intacto desde 1463 en una silla de la Iglesia de Corpus Christi, al alcance de cualquier persona y sin ninguna protección) son muestra de ello.
En México estamos a unos cuantos días de que se cumpla el centenario del asesinato de Francisco Villa. Casi cien años después seguimos sin saber dónde quedó su cabeza.
A inicios de febrero de 1926, la tumba de Villa fue profanada, le cortaron la cabeza al cadáver y desde entonces hay muchas teorías. Una dice que Emil Holmdahl vendió el cráneo a una sociedad secreta de la Universidad de Yale.
Otra cuenta que Álvaro Obregón fue el responsable de la decapitación en venganza de Villa por la pérdida de su brazo. Después de este repaso queda claro que para la humanidad han sido más que simples huesos. Ya sea por su carácter histórico o esotérico, hay en ellos algo que los hace ser un objeto de gran valor místico.
*Diputado local por la Ciudad de México. Extitular de la STC Metro. Tiene maestría en derecho ambiental y doctorado en ciencias ambientales, ambos por la Universidad de Alicante, España.
Infórmate al momento en nuestras redes sociales como Máspormás y conoce más del día a día de la agenda pública.