27 de enero 2017
Por: José Quezada Roque

Situaciones que sólo entenderán los conductores chilangos

Cuenta la leyenda que quienes manejan en la Ciudad de México están preparados para conducir en todo el mundo. Abróchate el cinturón y prepárate para vivir un minuto y medio lleno de adrenalina pura

Contra los obstáculos

Algunos de los retos que enfrenta un conductor: esquivar al peatón suicida, volarse unos topes y huir del microbús de la destrucción. ¿Quién necesita videojuegos viviendo en esta ciudad?

Expertos en la materia

Hubo un choque y no entiendes por qué nadie avanza. A lo mejor todo cambiaría si no hubiera 20 personas que en ese momento descubrieron sus habilidades como peritos de tránsito.

Terminator volvió

Aunque en la calle sobran los semáforos y los puentes, siempre hay un peatón metiéndose entre los carros como si fuera muy seguro. Es obvio que tiene complejo de Terminator.

Errores de coordinación

¿Quién no se ha encontrado con todos los semáforos en rojo porque están mal sincronizados? Los que peregrinan a Chalma seguro llegarán antes que tú. Una dura prueba para tu paciencia.

Una nueva teoría

Si Stephen Hawking fuera chilango, ya habría hecho una teoría sobre el tiempo mexicano, en especial cuando un trayecto de 15 minutos dura más que una cita en el SAT.

Jekyll y Mr. Hyde

Ni todos los libros de El señor de los anillos alcanzarían para escribir cada una de las groserías que salen de la boca de esa persona dulce y tolerante que se transforma al conducir por la ciudad.

Antromóvil

El tráfico está a todo lo que da y el conductor que va a un lado tiene un fiestón en su coche. Mejor tranquilízate y pregúntale al cadenero cuánto cuesta el cover para pasar al antromóvil.

¡El caos!

Es lunes de quincena sobre Reforma y nunca falta el típico conductor que maneja como si estuviera de paseo en la Alameda. No nos queda duda: esa gente quiere ver al mundo arder.

Fotos: Shutterstock/ Especiales

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