A Jessica Smurphy le he seguido la pista desde su primer EP en el sello Maligna allá por principios del 2013, sus mixes de troll house y sus primeras colaboraciones con artistas de Negative Youth.
Desde entonces, muchas cosas han sucedido en su vida creativa, además de su metamorfosis en Upgrayedd Smurphy: llegó a dominar la producción hasta hacer sonar su música exactamente como ella se la imaginaba, se ha consolidado su presencia en el panorama de la electrónica mexicana como una de las figuras fundamentales y ha convertido la impredictibilidad, la mutación y la espiritualidad en tres de los rasgos definitorios de sus creaciones (echen un vistazo en r-ch-v.bandcamp.com). Además, ha hecho de la música la mejor manera de entrelazar sus exploraciones rítmicas y melódicas con lo que va experimentando en su día a día, incluida su enfermedad y su búsqueda de curación.
El año pasado publicó un EP en el que incorporaba abstracciones de la naturaleza, ritmos y elementos de la práctica hawaiana de reconciliación y perdón conocida como Ho’oponopono. Y su álbum más reciente, #PENINSULA, fue compuesto como un tributo a Yucatán, a donde fue por un tiempo “en busca de futuro y sanación”. Me ha contado que en esa estancia, al ser un lugar nuevo y tranquilo en el que no conocía a nadie, debió enfrentarse con ella misma, escuchar a su cuerpo y darle la atención que pedía a gritos.
En su nuevo álbum, Upgrayedd Smurphy rinde tributo a aquel lugar y al baile. Antes de esta producción, su música era muy rápida y glitchy. “Me di cuenta de que no podía bailar y mi energía no conectaba con el público que me observaba”, explica. Decidió hacer un disco abiertamente bailable, inspirado en el house que tanto vio que disfrutaban los más jóvenes en la península. “Dolió mucho hacer este disco, pero al final me dio mucha satisfacción hacer una pieza que comunique energía y movimiento; quiero sentir cómo emana esa energía en otros para recordar la mía”.
Desde noviembre estuvo tocando mucho en vivo, pero hoy toca etapa de seguir combatiendo el dolor y cocinar en casa nuevo proyecto uniendo música, video y danza. Mientras, podemos dar play constante a #PENINSULA. Puede contarse entre lo mejor del año.