Siempre nos dicen que estamos locos, que algo es imposible y que nunca antes se ha hecho, pero ¿qué es lo que nos hace seguir intentando, aun cuando todo parece estar en contra?
Apunten bien la fecha, porque este fin de semana se podría marcar un nuevo hito para la humanidad. El 6 o 7 de mayo, un grupo de atletas buscará romper todos los récords y correr, por primera vez en la historia, un maratón en menos de dos horas, lo cual, a primera vista, no parecería gran cosa. Hasta que recordamos que un maratón implica correr 42 kilómetros y 195 metros. Para darnos una idea, sería algo así como correr desde las Torres de Satélite hasta los embarcaderos de Xochimilco. Sí. En menos de dos horas. Y podría apostar a que muchos de nosotros ni siquiera hemos logrado ir de Xochimilco a Satélite o viceversa en menos de dos horas ¡y en coche!
Yo nunca he corrido un maratón. Lo más que he logrado ha sido terminar un par de medios y algunas carreras de 10 o 15 km con muchos trabajos. Hace poco, decidí unirme a un equipo de corredores —que, aquí entre nos, se parece a una secta— que me ha ayudado a interesarme más en el arte de correr, al grado de que me he cachado viendo en la televisión la transmisión de los maratones de Tokio, Londres y Boston.
Y es que, a primera vista, pareciera que correr no tiene mucho chiste. Un pie, tras otro pie, unos buenos tenis, echarse un Gatorade y listo, ¿cierto? La realidad es que correr va mucho más allá de los pies: se trata de un deporte en el que uno se pone a prueba física y mentalmente en cada paso. Desde algo tan simple como despertar a las 5:30 am para ponerte unos tenis y salir a correr junto a unos locos a quienes acabas de conocer, hasta seguir corriendo esos 100 metros extra cuando crees que ya habías terminado.
Correr sirve para ponerte una meta de corto, mediano y largo plazo, y darte cuenta de que aunque en algún momento muchos de tus amigos te decían que estabas loco y que nunca creían que lo pudieras hacer, lo has logrado.
El tiempo es lo de menos, pues cada quien sabe de lo que es capaz y hasta donde puede llegar, y es por ello que cuando vi que este fin de semana tres atletas buscarán hacer lo nunca antes visto y correr 42 kilómetros y 195 metros en menos de dos horas, no pude dejar de pensar en esa resilencia que existe en cada uno de nosotros. ¿Qué es lo que nos hace seguir intentando, cuando todo parece estar en nuestra contra?
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