Le tiró cuatro balazos. El arma fue su última opción ante una situación de maltrato físico y psicológico que, como en muchas ocasiones, había empezado con una historia de amor. Su marido amenazó su vida y la de su hijo, y cuatro golpes mortíferos fueron su respuesta. ¿Homicidio o legítima defensa?
En un contexto en el que las protestas en contra de la violencia de género han adquirido cada vez más visibilidad y en donde organismos como Amnistía Internacional develan datos tan apabullantes como que en México de 100 mujeres detenidas, 33 fueron violadas por fuerzas de seguridad, La última palabra dialoga con su realidad desde un punto de vista poco explorado: el legal.
Dirigida por Angélica Aragón, el montaje presenta el debate que sostienen tres magistrados y la secretaría de sala para decidir si el destino de esta mujer es la cárcel o la libertad. Con una escenografía realista que recrea la sala de un tribunal y una propuesta escénica en la que la palabra, y no el movimiento, tienen el mayor peso, la obra se desarrolla a partir de las diferentes argumentaciones que tienen cada uno de los personajes.
Se trata de cuatro miradas sobre un mismo hecho que, a su vez, cuestionan al espectador sobre su propia postura: Si la mujer acudió en múltiples ocasiones a denunciar la violencia y nunca recibió apoyo, ¿es culpa de ella o de un sistema fallido? Si vio su vida y la de su hijo pequeño en peligro, ¿actuó por instinto de sobrevivencia o fue un asesinato premeditado?, ¿hasta dónde puede el sistema de justica tolerar que las personas hagan justicia por su propia mano?
Escrita por el dramaturgo argentino Luis Agustoni, la obra reflexiona sobre la impartición de justicia en un sistema que, de antemano, se sabe fracturado. El elenco lo conforman Roberto D’Amico, Pablo Perroni, Adriana Llabrés y Víctor Huggo Martín.
Funciones: Todos los lunes a las 20:30 h en el Teatro Helénico con precios desde los $170 a $330 hasta el 1 de agosto.