Múltiples exploraciones fílmicas se han hecho sobre las deformaciones mentales y sociales producto del aislamiento extremo de pequeños grupos de seres humanos. El castillo de la pureza (Ripstein, 1973), Kynodontas (Lanthimos, 2009) o The Shining (Kubrick, 1980) son algunos ejemplos de la terrorífica ficción del aislamiento: el hombre, ser eminentemente social, es sometido por condiciones ajenas a su control a la soledad absoluta, al nulo intercambio social y cultural. Sin embargo, dichos ejercicios imaginativos se construyen sobre suposiciones y sobre ejercicios imaginativos cimentados en los pocos casos de estudio al respecto. Por el contrario, The Wolfpack, la ópera prima de la documentalista estadounidense Crystal Moselle, es un inesperado golpe de realidad. ¿Qué pasaría si encierras a siete niños en un departamento y los educas sin la posibilidad de abandonarlo hasta su adolescencia? Nada de suposiciones, la verdad estaba ahí, fuera del ojo público, en un pequeño departamento del Lower East Side de Manhattan.
The Wolfpack es una historia de terror encubierta y narrada desde los enternecedores recovecos de la imaginación de seis jóvenes —la séptima hermana poco contribuye al relato debido a su retraso mental— cuyo único contacto con la realidad es la nutrida colección de películas del hombre que funge como su padre y carcelero.
Educados en casa por su madre, una maestra especializada en homeschooling, dada la rígida negativa de su padre a dejarlos salir al “hostil” mundo citadino, los hermanos Angulo desarrollaron un obsesivo fanatismo por su única ventana disponible a la realidad: el cine. Transcribiendo durante meses los guiones de sus cintas favoritas, y posteriormente actuándolos en la estrechez de su departamento con ayuda de un elaborado guardarropa y de detallados aditamentos de utilería construida a partir de basura reciclada, los pequeños vieron transcurrir su infancia entre violentas peleas familiares y complejos mundos imaginarios.
Es a través de los maravillosos juegos imaginativos de los hermanos —entre los que se encuentran entrañables interpretaciones de secuencias de películas como Reservoir Dogs, Batman o The Nightmare Before Christmas— que Crystal Moselle suaviza la demoledora historia de aislamiento y abuso perpetrada por el alcohólico y buenoparanada padre de los jóvenes, quienes al alcanzar la adolescencia se dan cuenta de que son seis contra uno y activan un plan de escape hacia la civilización.
Demoledor relato sobre la incapacidad de materializar la romántica idea de la conservación de la inocencia infantil sin destrozar en el camino la libertad del individuo, The Wolfpack es una extraordinaria muestra de lo peligrosos que pueden ser los ideales en manos de un imbécil, y de la increíble adaptabilidad del ser humano a las condiciones psíquicas más adversas, en pos de la supervivencia.