Aunque ya estamos aprendiendo a apreciar la comida de lugares lejanos, como Japón o Tailandia, además de los omnipresentes cortes argentinos, a los mexicanos a veces nos falta curiosidad para explorar la gastronomía de países que nos quedan más cerquita. Los centroamericanos, por ejemplo. Y por esa desidia nos estamos perdiendo de cosas muy ricas.
Torogoz Mizateco es un rinconcito salvadoreño en avenida del Taller. Aunque tienen un menú mexicano y comida corrida “normal”, hay que irse directo a la sección salvadoreña de la carta.
Las pupusas son el platillo más emblemático de El Salvador. Son como gorditas asadas, de harina de maíz o de arroz. Los rellenos más comunes son queso o chicharrón, pero acá también hay de queso con loroco —una flor comestible—, ayote —una especie de calabacita—, frijol o jamón. Se sirven con un encurtido de col y zanahoria, y una salsita de tomate que no pica.
Lo más recomendable es pedir el plato Cholotón, que trae un poco de todo: una pupusa, un tamal, yuca frita con pepesca (charalitos), un pastelito de carne, una enchilada (que no se parece a nuestras enchiladas) y una empanada de plátano (rellena de leche poleada y espolvoreada con azúcar). Si tu hambre no es tanta, prueba la canoa de plátano macho con carne de res o ármate un combo de pupusa y tamal. De tomar, prueba la horchata de morro, cuyo principal ingrediente no es el arroz, sino la semilla de un árbol del que acá no tenemos pista, pero que le da un sabor y textura únicos.
Torogoz Mizateco
Av. del Taller 153, Artes Gráficas; teléfono: 5768 5517 y 5552 3761. Martes a domingo de 11 a 18 h.