Un día como hoy, 21 de noviembre, hace 50 años, se inauguró la unidad habitacional más moderna de su época. Esta semana nos lanzamos a un recorrido por la historia y los rincones de Tlatelolco.
El proyecto estuvo dirigido por el arquitecto Mario Pani y comenzó a finales de la década de los cincuenta, con la intención de reordenar la zona norte de la capital. Hasta entonces, en este lugar se encontraban los talleres y patios del ferrocarril, que conectaban a las cercanas estaciones de Buenavista y de Peralvillo.
Uno de los símbolos de este conjunto es la Torre Insignia, un edificio de 25 pisos que es conocido por su forma triangular y por haber sido la sede del banco Banobras. Ahora está ocupado por oficinas de la SEP, y en las fachadas laterales se aprecia el mural Motivos tlatelolcas, realizado por Carlos Mérida; en el espacio superior hay un carrillón, un órgano con 47 campanas fabricado en Bélgica que ya sólo se escucha en pocas ocasiones.
Justo enfrente, en el cruce de Insurgentes Norte y Flores Magón, está el templo de San Miguel Nonoalco, terminado hacia 1709, que fue la parroquia del barrio del mismo nombre. A unos pasos se levanta el Puente de Nonoalco, el primero de su tipo en la ciudad, construido en los años treinta. Hoy es el camino diario de miles de automovilistas y pasajeros del Metrobús, pero también fue protagonista de películas como Del brazo y por la calle, Vagabunda o Víctimas del pecado.
Originalmente, la unidad se extendería desde este punto hasta San Lázaro, pero sólo se concretaron tres secciones. Tlatelolco fue el sueño de una ciudad integrada por más de 10 mil departamentos, y tiene áreas comerciales, jardines, escuelas, clínicas, centros deportivos, restaurantes y cafés.
El primer bloque se conecta con el segundo a través del Puente de Piedra, que atraviesa la avenida Guerrero.
Muy cerca están la explanada del Metro y los restos del cine Tlatelolco, que abrió en 1968 y fue el punto de encuentro para los vecinos hasta su abandono.
Cruzando el Pórtico Antonio Caso se llega a la tercera sección. Aquí se ubican las ruinas del recinto sagrado de Tlatelolco, ciudad fundada hacia 1337 y famosa por su enorme mercado, que cayó en poder de los españoles el 13 de agosto de 1521. Más tarde fue el barrio de Santiago Tlatelolco, cuya parroquia quedó concluida en 1610.
A un costado estuvo el convento, que fue sede del Colegio Imperial de la Santa Cruz y luego se convirtió en prisión militar; de aquí escapó el general Bernardo Reyes al inicio de la Decena Trágica, el 9 de febrero de 1913, y ahora es el Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Al sur, la antigua torre de la secretaría ahora es el Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
Del otro lado se abre la Plaza de las Tres Culturas, donde Adolfo López Mateos presidió la ceremonia de inauguración el 21 de noviembre de 1964; apenas cuatro años después, en este mismo sitio tuvo lugar el episodio más funesto del movimiento estudiantil de 1968.
Al oriente quedan los restos del Tecpan, que fue la sede del gobierno local hasta 1850 y donde aún se conserva un mural de David Alfaro Siqueiros titulado Cuauhtémoc contra el mito. A unos metros, una placa recuerda el derrumbe del edificio Nuevo León con el terremoto del 19 de septiembre de 1985, que marcó a esta zona y a toda la capital.
Para finalizar el tour, aprovechando la cercanía, hay que ir a la célebre cantina U de G, en Guerrero 258. Desde 1933 es un motivo para visitar la colonia Guerrero, un rumbo que amerita otro paseo.