Fotografía: cortesía. Texto por Pamela Escamilla.
¿Sabías que la industria de la música en la actualidad afecta más al medio ambiente que en la época en la que predominaban los formatos físicos?
Toda actividad humana contamina y abona a la huella de carbono, pero cuando pensamos en lo que daña al planeta, pocas veces consideramos las actividades online. De acuerdo con The Cost of Music, investigación hecha por la Universidad de Glasgow y la de Oslo, aunque la industria de la música ha disminuido el uso de plástico, ha aumentado la emisión de gases de efecto invernadero. Según el estudio, en Estados Unidos la industria musical usó 58 millones de kilos de plástico en 1977, contra 8 millones en 2016, la era del streaming. Sin embargo, esta práctica abona al cambio climático y a la huella de carbono debido a la cantidad de energía necesaria para almacenar, transmitir y descargar música. Aunque fabricar un CD contamine más que escuchar un álbum online, la cantidad de usuarios del streaming hacen que esta alternativa sea más dañina para el planeta. “Calcular el consumo individual no nos da una buena medida de la huella de carbono del streaming, ya que las redes y centros de datos operan 24/7, independientemente de cuánta gente esté usando las plataformas en ese momento”, advierte Laura Marks, autora del estudio Streaming Media’s Environmental Impact. ¿Entonces? ¿Dejamos de escuchar música? Claro que no, pero sí tomemos decisiones responsables alrededor de nuestro entretenimiento (no es urgente cambiar tus gadgets cada vez que sale un nuevo modelo) y reconozcamos que tener menos discos y películas en formatos físicos no nos hace más eco friendly.
USUARIOS EN ASCENSO
De acuerdo con Statista, los suscriptores de las plataformas de streaming ascendían a 616.2 millones en el ámbito mundial en el segundo cuarto de 2022, contra 523 millones del mismo periodo en 2021. Esto equivale a un 18% de crecimiento durante sólo un año. Una opción para contrarrestar algo del daño al medio ambiente, es tomar conciencia del correcto reciclaje de productos electrónicos y buscar opciones como el “Reciclatrón” de la SEDEMA, una iniciativa para desechar de manera responsable teléfonos, pantallas, casetes, baterías, CDs, consolas y más en diferentes partes de CDMX.
*Texto adaptado para Máspormás
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