De 1930 hasta la muerte de su esposa Gala en 1982, Salvador Dalí pasó gran parte de sus días en una pequeña casa en la comarca de Cadaqués, España.
En aquel sitio arquitectónicamente desproporcionado, de pasillos estrechos, y decorado con animales disecados, Dalí se resguardaba del cotidiano mundo exterior, encontraba las chispas de inspiración para sus obras y también recibía a sus grandes amigos.
Uno de ellos, el fotógrafo Robert Descharnes, quien en cada visita capturaba las ocurrencias, los momentos de paz y de risas con su esposa, o los momentos de máxima concentración del artista: un pescado recién salido del mar y antes de ser cocinado es la bufanda de Dalí; como sombrero a veces usa un enorme cuerno negro, un pedazo de concreto ó una flor diente de león; Dalí se baña en el mar con sus dos grandes amores, su esposa Gala y una pintura.
Por primera vez se expone Dalí de Cadaqués. “Dalí es una artista bastante consagrado y posicionado en el mundo de la gestión del arte, pero en la mayoría de las fotos que conocíamos el artista se siente retratado y observado. Aquí está la mirada de un amigo, que lo fotografía fuera de personaje, en un ambiente de confianza y con la guardia abajo”, dice Beatriz Jiménez, directora de All Around Art, promotora que al lado de Archives Descharnes trae la exposición a la Ciudad de México.
Beatríz Jiménez también comenta que uno de los objetivos de la muestra es ampliar la oferta cultural que por el momento no se incluye en los museos y galerías, además de poner las piezas a la venta.
La serie(,) de 120 fotografías que dan acceso a la intimidad de uno de los máximos exponentes del surrealismo, es el resultado de una amistad que se gestó entre el fotógrafo y el artista durante cuarenta años.
Hasta 2 de agosto.
Lobby del Hotel Presidente
Campos Elíseos 218, Polanco
Lunes a Domingo, las 24hrs.
Entrada Libre
(Aretha Romero)