La antorcha olímpica tiene un significado especial en los Juegos Olímpicos. A continuación, te platicamos todo lo que debes saber acerca de su origen e historia
Antes de iniciar cada edición de los Juegos Olímpicos, el fuego olímpico hace un recorrido en el que muchas personas alrededor del mundo participan. Esta tradición proviene de la antigua Grecia, en donde una llama se mantenía encendida en los santuarios y simboliza el mito griego de Prometeo, el titán que robó el fuego a los dioses y lo entregó a la humanidad.
Cada cuatro años, la antorcha viaja hasta la sede donde se realizan las justas olímpicas. La llama se enciende en Olimpia, tras una ceremonia con antiguas vestimentas griegas, para después viajar a Atenas. Posteriormente, el país organizador ajusta el recorrido de la antorcha para llegar hasta el pebetero olímpico el día de la inauguración.
Para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el recorrido se realizó bajo el concepto de “La esperanza ilumina nuestro camino”, que busca dar esperanza y apoyo a los japoneses. Cabe señalar que, aunque la llama olímpica se prendió en marzo de 2020, este recorrido por Japón comenzó desde el 25 de marzo de 2021.
Una antorcha especial
Tokujin Yoshioka fue el encargado de diseñar la antorcha que se encargó de resguardar la llama olímpica en su camino desde Grecia hasta Japón. En su diseño, Yoshioka incluyó como elemento central la flor de cerezo, que representa la icónica flor nacional y uno de los atractivos más conocidos del territorio nipón. Cabe destacar que la antorcha fue creada a partir de un aluminio que proviene de los residuos de la construcción de viviendas temporales, destinadas a las víctimas del tsunami de 2011 que azotó Japón.