El banco de gametos cuenta con mil 443 muestras de 29 especies; también se guardan los gametos, espermatozoides y ovocitos del Programa Binacional México/Estados Unidos del Lobo Mexicano, el cual cuenta con unas 695 muestras de los lobos mexicanos en nuestro país
En 2002 se creó el Banco de Recursos Genómicos, también conocido como el “zoológico congelado”, que es el banco de gametos y recursos genómicos más grande del país, concentrados en los zoológicos de Chapultepec, Los Coyotes y de San Juan de Aragón, en la Ciudad de México.
“Se les llaman zoológicos congelados porque se están manteniendo los ovocitos o los espermatozoides; en un momento dado se puede interrumpir esa vida que está pausada mediante esta ultracongelación para poderlos implantar en algún vientre y rescatar la especie que es lo que se busca en todos los programas de conservación”, explica a Máspormás Rafael Tinajero Ayala, director de Conservación y Bienestar Animal de la Dirección General de Zoológicos de la Ciudad de México.
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El banco de gametos cuenta con mil 443 muestras de 29 especies; también se guardan los gametos, espermatozoides y ovocitos del Programa Binacional México/Estados Unidos del Lobo Mexicano, el cual cuenta con unas 695 muestras, únicamente de los lobos mexicanos en nuestro país, especie que estuvo a punto de extinguirse.
CÉLULAS CONGELADAS
Dentro de los bancos de gametos se busca congelar a las células, espermatozoides y ovocitos a una temperatura de -190°c. Al congelarse bajo esta técnica, las funciones vitales de la célula se disminuyen al mínimo, sin embargo, se mantienen las condiciones de vida suspendida y pueden preservarse en el tiempo. Tienen alrededor de 85 muestras de especies, entre ellas mamíferos, aves y anfibios, cuyas células se usan para programas de conservación de especies en peligro de extinción.
En el Biobanco de Tejidos y Recursos Genómicos se almacenan muestras no mayores a un centímetro cúbico, que pertenecen a órganos y tejidos como músculo, tejido, sangre, heces fecales, también preservadas en ultracongelación; en este espacio está el ADN de 85 especies, es decir, los ácidos nucleicos extraídos a partir de las muestras de tejidos. Se tienen 407 individuos y un total de 961 muestras en el banco.
PRIMERAS REPRODUCCIONES
“Actualmente, todos los zoológicos deben apuntar a la conservación de las diferentes especies de fauna silvestre que existen en el país. Al estar en México, es un país muy diverso donde se almacenan muestras de especies mexicanas importantes como el borrego cimarrón, el lobo mexicano, los jaguares, sin olvidar aquellas especies con las que ha habido un éxito rotundo como es el panda gigante”, apunta Tinajero Ayala.
Fue justamente con el programa del lobo mexicano y el panda gigante como se inició el Banco de Germoplasma y Ovocitos del Biobanco y del Zoológico Congelado, el cual ha participado de una manera muy cercana con el programa binacional para la conservación de estas especies, especialmente del lobo. También se han obtenido muestras de semen y ovocitos para contribuir a la conservación de las especies que requieren toda de la atención para mantenerlas y conservarlas.
CASOS DE ÉXITO
El programa del lobo mexicano es un caso muy exitoso porque pasó de la categoría “en peligro de extinción” a “amenazado”, gracias a que los zoológicos han podido restablecer algunas colonias que ya están en vida libre, y otras en otros zoológicos. Se espera que esta especie se pueda reintegrar de una forma natural a sus ambientes dentro de poco tiempo.
El programa inició con 27 ejemplares que fueron capturados de vida libre y a través del tiempo se ha ido restableciendo el inventario. En los centros de conservación de la Fauna Silvestre de Chapultepec, San Juan de Aragón y Los Coyotes se ha registrado el nacimiento de 190 crías en 43 camadas de lobo mexicano. “Desafortunadamente el lobo siempre ha sido el malo del cuento, a principio de [la década de] los sesenta fue prácticamente exterminado con un veneno que ponían como cebo los ganaderos, porque el lobo era una amenaza para el ganado”, dijo Rafael Tinajero. “Se utilizaron unos venenos muy poderosos que no sólo mataron lobos, también coyotes, zorras y otros carnívoros silvestres, incluyendo felinos. Fue la mano del hombre que llevó al lobo al borde de la extinción”.
Con los bancos genómicos, México puede aportar algunos tejidos y muestras que se tienen en los zoológicos de especies como el panda. En tanto, con especies como el borrego cimarrón se han hecho trasplantes de embriones, precisamente de material que se tenía mediante criopreservación. Este procedimiento sirve para la investigación, así como para los casos en que se requiera de una reproducción asistida y los bancos congelados para la preservación de la especie.
Fotografía: cortesía. Texto por Miriam Jiménez