Este emblema de la Ciudad de México guarda secretos fascinantes detrás de su majestuosa cantera. Construido con un innovador sistema de cimentación y una estructura de acero impresionante, alberga conocimiento y diversión que merecen ser explorados
Por Liz Basaldúa*
Pero antes, su historia
Inicialmente concebido como el Palacio Legislativo Federal, la construcción del Monumento a la Revolución comenzó en 1906 bajo la dirección del arquitecto francés Émile Bénard. Sin embargo, debido al estallido de la Revolución Mexicana años después, la obra se paralizó durante dos décadas.
Abandonada y olvidada, la estructura central del gran palacio fue reinterpretada como el Monumento a la Revolución entre 1933 y 1938 por el arquitecto mexicano Carlos Obregón Santacilia. Así, la estructura, compuesta de vigas y placas sostenidas por remaches y tensores, se convirtió en el “alma de acero” del monumento.
¿Qué hacer?
Conoce su esqueleto
Desciende a las entrañas del monumento y camina entre los pasillos laberínticos de la cimentación original. Asimismo, tras la cantera se encuentra una impresionante estructura de acero que data de 1910. Explora esta joya arquitectónica a través de galerías, pasillos y escaleras.
Explora sus exhibiciones
Dentro del sistema estructural del edificio existen dos exposiciones imperdibles: “La Revolución en el Cine” y “Bajo la Mira”. La primera muestra los primeros filmes de la Revolución Mexicana. La otra es un montaje de rifles de vidrio y balas como homenaje al reposo de las armas.
Aborda su elevador panorámico
Sube en una cabina de cristal que se eleva a 52 metros de altura. Desde ahí podrás disfrutar de una vista impresionante de la Ciudad de México y adentrarte en las cúpulas de cantera y cobre del monumento. ¡Este elevador es uno de los más altos en Latinoamérica!
Admira su belleza arquitectónica
Descubre el estilo art déco del edificio mientras desciendes por las hermosas escaleras helicoidales de latón hasta alcanzar la terraza principal, donde puedes usar telescopios para ver la ciudad.
Da un paseo por la linternilla
Esta aventura te llevará al interior de las bóvedas, donde podrás observar las 31 costillas que componen el domo de cobre. Descubrirás un elevador de trayecto curvo que solía dar acceso a los visitantes entre 1938 y 1970, ofreciendo un ingenioso recorrido en forma de media luna.
Descubre el mausoleo
¿Sabías que este lugar también funciona como mausoleo para figuras históricas? Aquí reposan los restos de Lázaro Cárdenas y las cenizas de Venustiano Carranza, Francisco I. Madero, Plutarco Elías Calles y Francisco Villa.
Toma un rico café
Puedes sellar una moneda revolucionaria y visitar la cafetería La Adelita, que simula un vagón de tren en la planta baja. Otra opción es disfrutar de una espectacular puesta de sol en la cafetería Émile, donde se sirven crepas y cafés desde mediodía hasta el anochecer.
¿Cómo llegar?
Dónde: Plaza de la República s/n, col. Tabacalera
Horario: 12:00 a 20:00
Costo: $150
*Texto adaptado para + Chilango