Hay, en la comida francesa, una extraña fascinación por las hamburguesas. Me gustaría saber cuándo se volvió tan popular en ese país. Inclusive, existe toda una categoría de hamburguesas afrancesadas muy importante y con grandes ejemplos, como pudimos probar el año pasado en el restaurante Eloise y en el perene favorito de Cluny. Aunque lleva varios años ya en nuestro país, nunca había pedido la burger de esta cadena francesa de restaurantes, porque sólo había ido a desayunar. A insistencia de mi amigo @ruleiro, tuve que darme una vuelta. Fui al Maison Kayser de Perisur (Anillo Periférico 4690, local 371, 2º piso, col. Jardines del Pedregal / @maisonkaysermex) a ver de qué se trataba.
Llegué, me senté y, sin siquiera ver la carta, pedí la hamburguesa. Ya que vi los detalles, sonaba impresionante en el papel: 200 gramos de carne logrados por una mezcla de Rib Eye, arrachera y filete, queso gruyer, queso cheddar, tocino, aguacate, jitomate, cebolla y lechuga. En total, según el menú, es un platillo de 400 gramos. ¿Faltó algo? Creo que no. Llegó y se veía muy bien. Primera mordida y un hilito de grasa corrió hacia el plato, lo cual inspiraba. La cuestión con las hamburguesas afrancesadas es que casi nunca le pegan bien a la consistencia de la carne. Acaban siendo poco amalgamadas y fofas. En esta sucedió lo mismo, incluso se desmoronó un poco hacia el centro de la burger. Pasó a mejor vida costando un buen esfuerzo por su impresionante gramaje. Creo que le faltó sabor. Todo lo demás, como era de esperarse, bastante bien. El pan estupendo, tocino bien, quesos bien, pero la carne me quedó a deber. Le tengo que dar el beneficio de la duda porque creo que, en este caso, el término medio no es lo más adecuado. Pero, con todo y todo, le daré una oportunidad en un futuro no muy lejano, para ver si mejora. Lo que sí es que, en general, es un restaurante que saca del apuro para cuando uno quiere algo no tan congelado, no tan fast food, pero no tan high end, como podría ser un lugar como Eloise.
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