Los tres hermanos Bichir se unen bajo la dirección de su padre para darle vida a El último preso, una obra escrita hace más de cincuenta años, pero totalmente vigente.
A principios de los años ochenta, el director Alejandro Bichir se encontró con la obra de teatro Los policías, del dramaturgo polaco Sławomir Mrożek, y decidió montarla en nuestro país para la Compañía Nacional de Teatro con el título El último preso.
El elenco era espectacular y la puesta en escena tuvo mucho éxito en esos tiempos, pero al director le pareció que, treinta años después, el texto aún podía seguir siendo explorado.
Fue entonces cuando le contó a sus hijos Bruno, Demián y Odiseo que quería montar nuevamente esta obra, y tras buscar juntos al elenco indicado se dieron cuenta que lo más fácil era convertirlo en un proyecto familiar en el que los hijos actuarían dirigidos por el padre.
Así, este año volvió a los escenarios El último preso, una comedia que muestra un sistema penitenciario en el que sólo queda un preso que, al ser liberado, desata una crisis en todos los personajes que lo rodean y encontraban su sentido en mantenerlo encerrado.
Totalmente vigente, esta obra retrata las debilidades de un sistema judicial que bien podría adecuarse a nuestros tiempos y a nuestro país, con un humor irónico y un elenco conformado por tres de los actores más relevantes y representativos del teatro y el cine nacional.
Hasta el 1 de noviembre
Viernes a las 20:30, sábado a las 18:00 y 20:30 y domingo a las 18:00
Teatro del Centro Cultural Helénico
Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn
$400 y $350
