Michel Franco, director y guionista de cine que ha ganado premios internacionales y ha trabajado con actores de la talla de Tim Roth, es conocido por cintas como Después de Lucía, Ana y Daniel, Chronic o la producción de 600 Millas, de Gabriel Ripstein.
Sin embargo, el filme del que más ha aprendido y el que más retos le ha implicado es A los ojos, un largometraje que mezcla ficción con documental cuya trama está centrada en las personas en situación de calle que abundan en la Ciudad de México.
“El título de la película es porque se trata de una realidad que la gente no quiere ver de frente, es cómodo ignorarla, es fácil. Este es un país de contrastes sociales muy grandes, la gente que se lleva la peor parte es ésta, la de la calle; está completamente des- protegida”, sostuvo el director.
Franco es un cineasta defeño de 37 años que acaparó los reflectores el año pasado luego de ganar un premio en el Festival de Cine de Cannes por el guión de Chronic. No obstante, mientras la mayoría de los cineastas premiados se concentra en buscar fama o migrar a Hollywood, Franco generó un interés especial en el tema de la indigencia a raíz del acercamiento que tuvo con Casa Alianza, una institución de asistencia privada que trabaja desde 1988 con personas en situación de calle.
Para la realización de A los ojos, los hermanos Franco sólo contaron con la participación de una actriz profesional, Mónica del Carmen, el resto son personas que realmente viven en la calle en las zonas de Taxqueña y Artículo 123, en el centro de la Ciudad de México. El rodaje de esta parte duró alrededor de un año.
La película cuenta la historia de una trabajadora social que cuida a gente de la calle y a su hijo, quien padece una enfermedad degenerativa de los ojos y necesita un transplante de córnea, por lo que la mujer recurre a una solución extrema.
“El reto fue no imponerles algo que no sería natural, no imponerles diálogos, no pedirles que actúen, el único que actuó fue Benjamín Espinoza (el protagonista), con los demás se hizo un trabajo documental con Victoria”, agregó el director.
La dificultad más grande de este proyecto fue lograr que los jóvenes con quienes se trabajó no se movieran del lugar en el que viven. ¿El propósito del filme? Que la gente voltee a ver a esta parte de la sociedad sin que crea que se trata de una película simplista.
“(Desde el cine) nunca se ha tratado el tema al nivel que merece, siempre es desde la limosna, la caridad. Además, un daño enorme con estos chicos es darles algo de dinero porque lo va a usar para consumir algo de droga: Casa Alianza fue fundamental en este esfuerzo”.
La película estrena este viernes 4 de marzo en salas de la Ciudad de México.