El Palacio de la Escuela de Medicina fue también el lugar donde la Santa Inquisición realizaba actos de tortura.
Construido a principios del siglo XVIII, este edificio ha servido para albergar a inquilinos muy diversos, aunque lo que pocos saben es que, en una de sus habitaciones, el poeta romántico Manuel Acuña se suicidó tomando veneno después de un rechazo amoroso. Actualmente pertenece a la UNAM y alberga al Museo de Medicina Mexicana, el cual busca preservar la historia de la medicina nacional.
La parte arquitectónica fue ideada por Pedro de Arrieta, mismo que estuvo a cargo de otros proyectos significativos para la ciudad, como la Catedral Metropolitana y la Iglesia de la Profesa. Arrieta moriría poco tiempo después de terminar el actual Palacio de la Escuela de Medicina, por el cual tuvo un salario de dos pesos al día.
Hay dos características que resaltan en el edificio, una es que su portal principal, que se encuentra en una esquina en la parte suroeste, está “cortada” con la intención de que dé a la plaza de Santo Domingo, mismo que fue recibido como una idea innovadora y arquitectónicamente bello.
El otro aspecto que debe notarse del inmueble está en el patio, en donde los arcos ubicados en los cuatro puntos cardinales no cuentan con columnas, por lo que da la impresión de que éstos están colgando del techo.