En Viva la Gente les gusta bailar, cantar y conocer nuevos lugares, pasiones que utilizan como intermediarios para realizar su labor primordial: dar apoyo social a mucha gente alrededor del mundo.
Una joven sube al escenario –lleno de chicos y chicas– enfundada en un elaborado traje negro de charro, y comienza a interpretar una canción típica mexicana; momentos después hay chicos bailando cumbia texana y salsa en honor a la diversidad musical en México. Todos ellos forman parte de Viva la Gente, un proyecto que viaja a diversos países para presentar su show multicultural y brindar ayuda social.
El grupo nació, hace 50 años a manos de John Blanton Blake, como un campamento de verano donde los jóvenes se reunían para expresarse y demostrarle al mundo que ellos podrían ser el cambio que mejoraría el futuro en medio de conflictos transnacionales.
Con esta premisa, pronto nacería el espectáculo con el que Viva la Gente comenzó a recorrer el mundo. Los representantes se eligen a través de un casting para hacer frente a la parte artística del programa, que hoy en día realiza The Journey, puesta en escena protagonizada por el grupo A16, donde convergen chicos de Estados Unidos, Australia, Suecia, China, México y Reino Unido, por sólo nombrar a algunos países.
Aunque la geografía los separa, estos artistas no tienen problemas para comunicarse, cuenta Dale Penny, presidente de Viva la Gente, pues más allá de sus diferencias los une el amor por el arte y la emoción de ser parte del cambio que quieren ver en el mundo.
AHÍ VIENE LA AYUDA
El propósito de este grupo se centra en realizar un espectáculo que les permita recaudar fondos para llevar a cabo su misión real: ayudar a gente a donde quiera que van. El servicio comunitario de estos jóvenes, de entre 17 y 30 años de edad, es visitar comunidades donde pueden ayudar, ya sea pintando casas, remozando espacios o conviviendo con la gente.
Penny platica que el destino del grupo depende de las compañías u organizaciones locales con las que trabajan de primera mano para llevarlos a sus comunidades e identificar qué labor falta realizar.
Durante su último viaje a México, Viva la Gente visitó comunidades de San Luis Potosí y Naucalpan, donde fueron a escuelas y ayudaron al remozamiento de espacios, aunque los trabajos generalmente incluyen construir casas, pintar, limpiar parques y convivir con niños y jóvenes de bajos recursos.
Ante la sonrisa de los jóvenes que terminan de ofrecer una función, Penny concluye: “No creo que haya habido una época más importante para Viva la Gente que ahora, porque nuestro mundo parece estar más dividido que nunca antes”.
