Vive Latino, donde el baile espantó al mal clima

Contra todo pronóstico el Vive Latino ofreció una primera noche de diversión en su último año antes de sacar su IFE, ahora INE. Lo cual en sí ya fue una sorpresa

Durante meses y los días previos, las redes sociales se inundaron con burlas por el supuesto mal cártel de esta edición. “Los mismos de siempre”, más un montón de “grupos desconocidos” y “ahora sin una gran banda extranjera”, reclamaban.

Sumado a esto, el clima capitalino preveía lo peor: temperatura mínima de 10 grados y más de 60 por ciento de probabilidad de lluvia, decía Siri. Entonces había que prevenir: mochila, chamarra más sudadera, impermeable de 10 pesos “para que adentro no lo pague al doble”, kleenex y un par de calcetines extra porque los pies siempre la pagan.

Así que sólo quedaba una cosa: disfrutar, bailar y dejarse llevar por la energía de una multitud que recibió las pocas gotas de las 5 de la tarde como un energético para continuar.

DLD, León Larregui, los Liquits y sus chícharos mágicos, Bunbury, Plastilina Mosh con su nalguita, Two Door Cinema y un carnaval decadente con los Auténticos se llevaron la noche.

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Por su parte, Janis Joplin en la carpa Ambulante y el Diablito sin su motel en la de comedia, brindaron los momentos de relax a cientos de asistentes.

Al final, el dolor de pies, la lluvia de cerveza —sabemos que era otra cosa, pero no lo queremos aceptar—, las gargantas roncas y el baile terminaron por despejar el cielo del Foro Sol.

Y así, con la luna llena y un par de estrellas acabó la primera jornada del Vive Latino 17 con la sensación de magia y alegría que durará hasta la siguiente cita.