En Be Spoke, una tienda de bicis –muy chida, por cierto–, está el sueño hecho realidad de cualquier niño glotón convertido en adulto antojadizo: un negocio especializado en waffles. Pero no como los que compras congelados en el súper, tampoco de los que venden en el Metro y que huelen a mantequilla artificial. Estos cumplen con las altas exigencias de los vecinos de la colonia Roma, ya maleados por tanta comida gourmet.
La wafflería (qué bueno que no le pusieron así) es el resultado de una alianza entre dos clavados del ciclismo urbano: Bruno Verduzco y Rodrigo Guerrero. Como andar en dos ruedas requiere energía, nada para recargarla con masita dulce-pero-no-empalagosa. Lo mejor del lugar es que hay maple y no tienen miedo de usarlo.
Con el waffle de tocino o con el de salchicha de desayuno con papas hash brown no suena taaaaan extravagante, ¿pero qué tal el de roast beef con sriracha y huevo frito? Es una combinación inesperadamente rica. También hay waffles dulces; el más interesante tiene caramelo, café y helado artesanal.
Aunque sea para llevar o ya de pura gula, pide un croi-ffle, un híbrido entre croissant y waffle.
La única bronca es que el espacio para comer es muy reducido: nada más hay dos mesas y una barrita. El servicio es muy amable pero algo lento. Nada grave, pero aguas si eres quisquilloso, no vayas a hacer un #LadyWaffle o #LordWaffle. Al terminar, vas a salir rodando… pero en bici.
Jalapa 118, Col. Roma
Lunes a sábado 9 a 21h
Domingo 9 a 15 h.
Tel. 2672 5535
FB: tallerdewaffles
(Foto: Aarón Borrás)