Dos cosas dejó en claro Yoko Ono (Tokio, 1933) durante la conferencia de prensa inaugural de su exposición Tierra de Esperanza: La importancia de la memoria y la del poder femenino.“En mi obra no hablo de una violencia específica de México. La violencia, los feminicidios son terribles y no necesito decirlo, es obvio. Lo que hace falta es saber qué pasó; no dejar que a los muertos se les sequen los ojos. La violencia no le pasa a los demás, nos pasa a nosotros”, declaró sobre lo primero; para lo segundo se tomó el tiempo de repetir: “Cuando oyen ‘poder femenino’ muchos se asustan, pero yo les digo que las mujeres no queremos quitar nada a los hombres. Estamos para aportar. Juntos (hombres y mujeres) podemos crear la paz”.
Diecinueve piezas de técnicas y disciplinas varias constituyen Tierra de Esperanza, que se alberga desde ayer y hasta el próximo 29 de mayo en el Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México. Esta selección de obras da cuenta del trabajo de Ono durante más de 50 años, en los que ha construido un discurso artístico al rededor de la paz, el rechazo a la violencia, la equidad de género y el poder.
Convencida de la importancia de los pequeños esfuerzos y de su poder como figura histórica, Yoko también dice estar consciente de que su arte no es suficiente, “pintar o cocinar es bueno, pero necesitamos más que eso. Es el momento de levantarnos juntos. Yo vine a traer la paz, es algo muy fuerte de decir y no va a pasar inmediatamente, pero juntos podemos hacerlo posible. Se puede tener el poder con sabiduría”.
Fuera del museo
Tlatelolco, las rejas de Chapultepec y el Zócalo también albergarán piezas de la artista.
¿Dónde?
Museo Memoria y Tolerancia.
Juarez 8, Cuauhtémoc, Centro. Martes a domingo. Entrada libre.
Fotos: Lulú Urdapilleta
