Hay quien visita el Centro por sus cantinas; algunos van en búsqueda de cierto artículo que solamente ahí pueden encontrar; hay otros que deciden ir allá por su oferta cultural, pero muy pocos se quedan a comer. Es probable que Ah-Un: cocina asiática, en un rincón que te invita a hacerlo.
Al poner un pie dentro, el espacio te resultará totalmente familiar, pues comparte decoración, menú y chef con el restaurante MOG. Su oferta da un guiño a la cocina de Tailandia y Vietnam, pero su corazón está realmente en Japón. Basta un vistazo a su amplísimo menú para constatarlo. Entre entradas, nigiris, sopas y platos fuertes, uno se pierde fácilmente, pero no hay necesidad de agobiarse, siempre puedes contar con alguno de sus bowls (el de atún es especialmente bueno) o algún set de nigiris.
El chef Masaru Kochi se encarga de seleccionar el pescado, así que es garantía. Para sabores frescos y contundentes, prueba el robalo relleno de hueva de erizo. Y para el apapacho sopero, ordena la sopa tom yam kung (con camarón, pimiento y coco). Mi lugar favorito es la barra, desde donde puedes ver cómo preparan tu sushi antes de que llegue a tu lugar. Si te gusta el sake, tienen tres variedades. Los cocteles también son buena alternativa, son frescos y ligeros. Otro de sus puntos a favor es la música. Si prestas atención puedes salir con nuevos grupos de rock-indie para escuchar.
En resumen, Ah-Un es uno de esos lugares sin pretensiones con una buena relación precio-calidad. Y que no te saque de onda su decoración (que poco, o nada, tiene que ver con su concepto), aquí vienes por la comida.
¿Dónde? Motolinía 31 A, Centro Histórico, 5510 0743, dom-mié 13-23 h, jue-sáb 13-00 h, $ promedio: $350.