Con las hamburguesas, queridos lectores, soy muy cuadrado. Un purista. Carne de res, pan y, chance, queso y tocino, es todo lo que necesito. Le rehuyo a las de pollo, cordero o pavo y, sobre todo, a las vegetarianas. Así que, cuando mi fiel escudera (mi esposa) sugirió que fuéramos a un lugar healthy, creí que era una trampa para que reseñara una veggie burger. Accedí, admito, a regañadientes, y un sábado me encontré en Hungry Beast Juice Bar & Kitchen con una hamburguesa “sana” enfrente.
El lugar es bonito y la burger, poco tradicional: 100 gramos de carne orgánica dentro de un bollo gluten free hecho en casa, salsa secreta, lechuga, cebolla cruda, jitomate y cebolla caramelizada.
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Cuando llegó, no le vi mala pinta. No lucía tan pequeña, pero sí lo era: a la hora de quitarle la tapa, me costó trabajo encontrar el pattie. 100 gramos es la porción correcta de carne en un platillo; sin embargo, estoy acostumbrado a burgers de más de 150. A pesar de su tamaño, no se veía mal, así que ataqué sin misericordia.
Gasté dos mordidas antes de encontrar un pedazo de carne, pero cuando lo conseguí, me gustó. Era compacta y de buen sabor a pesar de que está horneada en vez de frita. Eso provocó que quedara seca, falta de grasita.
Lo que sí me sorprendió fue el pan: esponjoso y con buen sabor; aunque bien podría aguantar doble porción de carne y mucha más grasa. Aún así, pasó a mejor vida rápido y el veredicto es positivo. No me mató de sabor; sin embargo, es una buena opción para los que están a régimen o para los que sienten culpa al comer las calorías de una burger normal.
Hungry Beast Juicy Bar
Orizaba 37, col. Roma
Lunes a domingo: 08-20 h
FB: @thehungrybeasts
Consumo promedio: $155 por burger y $35 por un vaso de agua de frutas.
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