Uno de los retos a la hora de la comida, es lograr que nuestros hijos le tomen gusto a las frutas, verduras y demás alimentos saludables. Por eso, aquí te recomendamos 3 postres deliciosos para consentirlos y nutrirlos al mismo tiempo.
YOGURT CON FRUTAS SECAS
El yogurt es una excelente fuente de proteína, calcio y probióticos beneficiosos para un excelente equilibrio intestinal. Las frutas secas añaden vitaminas, fibra y antioxidantes importantes para el crecimiento de tus hijos y su salud en general. Mezcla una taza de yogurt natural sin azúcar añadida con frutas secas como pasitas, arándanos, manzana deshidratada o dátiles. Agrega a la mezcla un poco de nueces u hojuelas de almendra para tener una textura mucho más crunchy y además darle un plus de fibra. Si sientes que le hace falta algo dulce, puedes incluir una cucharadita de miel. Decora con una “lluvia” de canela en polvo.
HELADO DE PLÁTANO Y CREMA DE CACAHUATE
Este postre puede parecer indulgente, pero en realidad es una alternativa más saludable a los helados comerciales cargados de azúcar y grasas saturadas. Los plátanos proporcionan una base cremosa y dulce, mientras que la mantequilla de cacahuate agrega proteínas y grasas saludables. La preparación es sumamente sencilla: congela plátanos maduros pelados y cortados en rodajas. Una vez congelados, ponlos en una licuadora con mantequilla de cacahuete y agrega un chorrito de leche apenas para hidratar (no queremos que se haga tan líquido como un batido). Licúa hasta que esté cremoso y sirve en una copita inmediatamente.
BARRITAS CASERAS
La avena es un súper alimento delicioso y versátil, fuente de fibra soluble y proteínas, mientras que las semillas como las nueces proporcionan grasas saludables, vitaminas y minerales indispensables para un buen desarrollo. Las barritas energéticas caseras pueden ser una mejor alternativa a las barras compradas en cualquier tiendita, ya que no contienen conservadores ni aditivos. Mezcla avena, miel, mantequilla de cacahuete, nueces picadas y (si quieres) chispas de chocolate en un tazón. Presiona la mezcla en una bandeja para hornear y refrigera por unas horas. Al sacar la bandeja, puedes cortar en tiras para formar las barritas.