Desde que a finales de los años 90 llegó el primer libro de Harry Potter a Ciudad de México, Harry Potter y la piedra filosofal, se empezó a cocinar un fanatismo-de-hueso-colorado que hoy, casi siete años después del estreno de la última película basada en la saga, sigue vigente y con manifestaciones muy chilangas, porque, sin duda, la pottermanía en CDMX llegó para quedarse.

El Caldero Chorreado impulsó la pottermanía restaurantera. Abrió en 2013 y se volvió noticia no solamente por ser el primer establecimiento temático del país, sino por las hordas de fans que esperaban durante varias horas a que les asignaran una mesa; de hecho, el lugar tiene cadena en la puerta —ajá, como antro mirrey—. Algunos comensales se van muy enojados y afirman que los dueños y empleados deben ser de Slytherin; incluso los han comparado con Voldemort. Un #LordHogwarts o #LadyPotter esperando ocurrir. Si te animas, está en Congreso 38, en el centro de Tlalpan.

Un sitio menos mediático, pero que recibe mucho amor de los potterheads, es El Mesón de los Tres Magos, cerca del Metro Nativitas. Es un negocio familiar donde la magia viene de la buenaondez del personal, de la decoración casera y artesanal, de las originales bebidas y de los postres interactivos. Está en Andorra 16, en la colonia María del Carmen. En su Facebook (elmesondelos3magos) anuncian sus eventos y reuniones.

Más recientemente abrió Incantatum, que es el único donde existe la opción de que las pociones mágicas traigan piquete. Muy adecuado para los fans que crecieron con la saga, que ahora son treintones con sed “de la mala” que una simple cerveza de mantequilla no puede saciar. Lo encuentras en avenida Revolución 107, en Tacubaya.

Como pilón, existe un café secreto en Satélite (“tan secreto como el Diagon Alley”, afirman), que por un tiempo estuvo en un centro comercial, pero ahora solo dan a conocer su ubicación por mensaje directo y previa reservación. Hay que escribirles a través de Facebook (a la cuenta cafedelmago).

Si a esto le sumamos que en nuestra ciudad se practica el quidditch y que el más grande coleccionista de memorabilia potteresca, Asher Potter, es chilango, pues ya estuvo que la nuestra es la capital de la magia, la pottermanía en CDMX no pasa de moda.