Si eres de los que se mueve en dos ruedas por la ciudad, vas a amar este lugar. Es un taller mecánico donde reparan bicis, pero también es un changarrito de comida en el que puedes echarte un tentempié nutritivo, una chela o un postre vegano. Pero incluso si eres peatón o automovilista y te importan un pimiento las bicicletas, vale la pena venir a comer aquí, porque está muy muy rico.
El fuerte es el café, con una barra de especialidad que incluye diferentes métodos de extracción. Ya si te quieres ver más fancy, puedes pedir un carajillo o un café irlandés, o una de las creaciones especiales de la casa, como el cold brew turco (con cardamomo y piloncillo) o el Chuchito (infusión de cáscara de café, miel de avispa y menta).
Para recargar energías, seas un guerrero de la bici o no, hay alimentos saludables, pero cero aburridos. Abundan las opciones vegetarianas, pero igual sirven carnita. Algo que nos encanta de este lugar es que ofrecen desayunos todo el día, porque eso de encasillar los chilaquiles o los molletes a un solo horario es cosa del diablo. También hay baguettes con pan artesanal horneado por ellos mismos y ensaladas “modulares” que puedes armar a tu gusto. Aplausos porque no escatiman con el aguacate a pesar de que este fruto ya se convirtió en sinónimo de opulencia.
Los postres están buenísimos. El cheesecake vegano es, en contra de lo que podrían sospechar los omnívoros aferrados, mucho mejor que el pay-de-queso-que-sí-es-queso promedio. Si quieres algo más atascado, no te pierdas el pastel de zanahoria, el de plátano o los chocolatines cubiertos con pedacitos de cacao.
¡Y hay cervezas artesanales! Por favor, sé prudente y bebe con moderación si vas a irte en tu bici recién reparada, no se te vaya a desconchinflar de nuevo con todo y conductor.
Dónde: La Morena 1260 (esquina Monte Albán), col. Narvarte
Horarios: de lunes a viernes de 7:30 a 21 h, y sábado y domingo de 9 a 21 h