Una burger de desayuno

Comida

Hace poco, la cadena de restaurantes de desayuno IHOP lanzó una brillante campaña de marketing —es sarcasmo. En redes se renombraron, temporalmente, “IHOB” —la “b” era por “burger”— para presentar su nueva línea de hamburguesas.

No fue el primer intento por reinventarse. En junio se conviritó en la “Casa Internacional de las Burgers” y así logró que la conversación sobre la marca creciera, a costa de la sorna sobre las grandes cadenas americanas de burgers.

Como sea, esa fue mi excusa para ir a probarla. He ido muchas veces a desayunar porciones salvajes de huevo, pancakes, tocino, papa y salchicha, pero nunca había pedido la burger.

Esta vez llegué directo a buscar las nuevas Ultimate Cheeseburger en el menú. Hay varias opciones pero, como siempre, elegí la más sencilla, la Classic with Bacon: carne 100 por ciento USDA Choice Black Angus Beef, tocino curado, queso americano, lechuga, jitomate, pepinillos y salsa especial IHOP. Sonaba y se veía bien en papel.

Es totalmente como la esperaba, considerando que es de una cadena de comfort food americana: una porción grande de carne, queso y pan que fotografía muy bien pero que, definitivamente, no esconde su origen industrial y reciente descongelamiento.

No me defraudó pero no me sorprendió. Sabe prácticamente igual que la del Chili’s, Friday’s, Applebee’s y demás burgers que juegan en la misma categoría. Esto no la hace mala, solo que juega en otra liga de las que suelo comer.

Dentro de todo, la carne estaba bien y el bollo me pareció respetable, con un rico sabor de mantequilla. Sin embargo, hay algo en la carne industrializada y congelada que le resta alma. Sabe pero no sabe realmente a nada. Le ayuda la salsa IHOP —una especie de Mil Islas— y el buen uso de la ketchup.

Lo que sí se aprecia es que uno pueda llegar a cualquier hora —incluso en la mañana— a pedir una hamburguesa que saca de apuros.

IHOP
Varias sucursales
Twitter: @IHOPmxOficial