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1 de octubre 2024
Por: Redacción

El tiempo y el balance humano

Es momento de tomar responsabilidad sobre cómo utilizamos y optimizamos nuestro tiempo, el mayor de los recursos

Por Ana Paula Domínguez

Acabo de leer un libro de finanzas personales que me hubiera gustado leer hace tres décadas, porque me doy cuenta de que estar bien no es sólo un aspecto relacionado con nuestros hábitos alimenticios o nuestra actividad física (esos son requisitos básicos, todos sabemos que cuando hemos perdido la salud es lo único que importa), sino que tener una planeación financiera también es parte de nuestro bienestar que tiene que ver con el tiempo y cómo lo utilizamos o lo desperdiciamos.

Nuestros propios smartphones nos pueden decir el tiempo que hemos pasado viendo la pantalla que tanto nos distrae y nos hace procrastinar.

¿Cómo podemos optimizar nuestro tiempo para darle cabida a todos los aspectos que nos conforman? Reflexionemos sobre:

1. El cuidado y atención que nos damos para mantenernos en forma a nivel físico, mental y emocional. En esta faceta de nuestro ser se incluyen aspectos como la elección de los alimentos que consumimos, las horas de actividad física que mantienen el cuerpo físico sano y el espacio que nos damos para contemplar, ser creativos, meditar o agradecer.

2. El trabajo o las actividades escolares. Este aspecto tiene que ver con nuestras responsabilidades del día a día. Aquí vale preguntarnos si estamos organizados para ser eficientes con nuestras tareas diarias; si cultivamos relaciones positivas o relaciones conflictivas; si bloqueamos espacios en nuestra agenda sin distracciones para cumplir con las prioridades esenciales y si nuestro espacio de trabajo está organizado o desordenado, al igual que nuestros archivos o bandeja de correo electrónico.

3. La conexión con los otros. Después de una larga pandemia, aprendimos a vivir solos y aislados, pero la soledad se ha convertido en una verdadera epidemia. Inclusive la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que la falta de relaciones sociales puede incrementar el riesgo de muerte prematura tanto o más que factores como la obesidad o el tabaquismo. ¿Cuánto tiempo te das para convivir con otras personas, para ver a tus amigxs o familiares?

Nos distraemos y fácilmente podemos caer en estados de ansiedad haciendo mucho y al mismo tiempo nada, porque nuestras metas a veces se quedan en la sobrevivencia o ponemos todos los huevos en una misma canasta.

En estos tiempos atribulados a nivel global, es importante detenernos y darnos cuenta de cómo estamos viviendo la vida, si estamos viviendo en la automatización y siendo “zombis de las redes sociales” o si tomamos acciones para optimizar nuestro tiempo y darle cabida a un balance integral de nuestro ser.

No esperemos tres décadas para darnos cuenta, adquiramos la responsabilidad de nuestra vida ahora. Espero atenta tus comentarios sobre esta reflexión en mi cuenta de Instagram @anapau.dominguez

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