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Hay una lección en todo

Por: Redacción

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Por más trillado que suene, la mejor maestra siempre es la experiencia vital, con su luminosidad y con sus sombras

Por Ana Paula Domínguez

Cuando vivimos nuestra mejor vida, nos acercamos a todo con curiosidad y deseo de aprender. Este enfoque forma parte del quinto secreto que comparte la Dra. Gladys McGarey en su libro La vida bien vivida: hay una lección en todo. 

El Dr. Milton Erickson, reconocido psiquiatra y pionero de la hipnosis terapéutica, es un ejemplo de cómo transformar desafíos en aprendizajes. Durante su juventud, al enfrentar la poliomielitis, Erickson no permitió que su condición lo limitara.

En cambio, aplicó en sí mismo sus teorías sobre la mente, el sistema nervioso y la memoria de sus músculos atrofiados para experimentar con técnicas que luego revolucionarían la psicoterapia.

La vida nos enseña constantemente

La vida siempre tiene algo que ofrecernos, especialmente en los momentos difíciles. Aunque puede ser un reto, reconocer que incluso en la enfermedad, la pérdida o el dolor existen lecciones, es una práctica de vida. McGarey explica:

“Cuando buscamos lo que podemos aprender de lo que nos sucede, movemos nuestra atención del sufrimiento hacia la vida misma”; este cambio nos permite interactuar con todo lo que aparece en nuestro camino con una perspectiva más amplia.

El peligro de la positividad tóxica

Hoy en día, se promueve enfocarse únicamente en lo positivo, pero esto puede hacernos caer en la negación. El optimismo verdadero no es tóxico, ya que no ignora el dolor ni las emociones difíciles, ni pretende que todo está bien.

McGarey señala que es importante aceptar lo que duele y también abrirnos a encontrar la enseñanza detrás de eso, porque paradójicamente, es en los momentos más oscuros donde muchas veces encontramos las enseñanzas más profundas.

¿Cómo dejar de pelear con la vida?

Nadie está exento de sufrir, ya sea por pérdidas, rupturas o cambios inesperados. Sin embargo, podemos elegir dejar de pelear contra la vida. Esto implica un cambio de perspectiva: en lugar de enfocarnos en lo que hemos perdido, redirigir nuestra energía hacia lo que podemos aprender y agradecer.

Cuando aprendemos a ver una lección en todo, confiamos en el proceso, incluso cuando nuestras circunstancias parezcan imposibles, porque cada uno de nosotros tiene la sabiduría de ir a través de los momentos imposibles, y hay que creer en eso, concluye McGarey.

¿Qué opinas al respecto? Con mucho gusto leeré tus comentarios atentamente en mi cuenta de Instagram @anapau.dominguez