El Museo Universitario de Arte Contemporáneo alberga una colección y un programa público nutrido, con la meta de ser un espacio de sociabilidad
El 26 de noviembre de 2008 abrió por primera vez sus puertas el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), un recinto pensado para convertirse en pieza clave de la escena artística mexicana. Ahora, a 15 años de haber comenzado su misión, esta quinceañera universitaria está lista para celebrar a lo grande. Sus números no se dicen fácil, pero la madurez que ha alcanzado le deja ver, al igual que la luz filtrada por su fachada frontal de vidrio, los retos que aún tiene que enfrentar.
Firme como la roca
De ser un estacionamiento antes de 2006, pasó a transformarse en uno de los emblemas culturales de Ciudad Universitaria y, por tanto, de la UNAM. Eso no evitó que su planeación estuviera envuelta en inconformidad; no a todos les gustaba que un nuevo edificio surgiera en el Centro Cultural Universitario, que perdura desde los años 70.
De acuerdo con la revista Obras, para González de León fue significativo levantar el museo allí, entre la roca, al establecer un diálogo con su entorno natural. Además, el vidrio que caracteriza al recinto lo concibió como una “provocación”, ya que quería que la gente viera el interior, se intrigara y se atreviera a ver el arte contemporáneo.
Al final, el MUAC no rompió ninguna estética, sino que la abrazó. Sus nueve salas físicas conviven en armonía con otros rincones como el Ágora, el Espacio de Experimentación Sonora y hasta un restaurante que permite mirar directamente a la roca que lo acogió.
Alcances
En entrevista con Amanda de la Garza, directora del MUAC desde 2020, nos explica que el principal logro que ha conseguido el museo es el de consolidarse como una de las instituciones más importantes de arte contemporáneo en México y a nivel regional.
En contraparte, el mayor reto que ve está asociado a la consolidación del proyecto, es decir, el mantener la estabilidad de la institución con un perfil tan alto en términos de las exposiciones. “Y, además, lograr el cometido de construir una colección artística, seguir trabajando en torno a incrementarla y fortalecerla cada vez más”, apunta.
No es para menos. El MUAC concretó la primera colección con acervos artísticos y documentales en el panorama de los museos mexicanos. Es su mayor fortaleza. Si bien otros recintos tienen sus propias colecciones, éstos tienden a inclinarse por un perfil internacional; en cambio, el MUAC es contundente en su coleccionismo documental.
“Nuestra colección no sólo es artística, sino que también tenemos un número importante de archivos de artistas, espacios independientes, galerías, museógrafos, curadores; y eso es algo muy distintivo porque nos ha permitido relacionarnos con el mundo académico, contribuir a la investigación en la historia del arte y también que esos archivos se conozcan a nivel internacional”, destaca la directora.
Hasta la fecha, su colección ha reunido 2,185 obras de más de 300 artistas. Dentro de la misma destaca otra curiosidad, pues el museo también ha buscado ser pionero en dar espacio a la perspectiva de género con la adquisición de obras de artistas mujeres para su conservación y visibilización. Así, actualmente el 18% ya cumple con el requisito y la política de programa paritario impulsa que haya un número igual de hombres y mujeres exhibiendo en las salas del museo, además de abordar temas como el feminismo.
Nueva meta
Al soplar las velas de los 15, el MUAC desea seguir manteniendo una fuerte relación con el público en general. Más allá de albergar arte en exposición, este recinto ejecuta un programa público nutrido con actividades como conferencias, presentaciones de libros, talleres infantiles, charlas con artistas o curadores y más. Incluso rompe la barrera de la distancia al mantener activa, desde la pandemia, la Sala 10, presente en la web.
Como parte de su estrategia, el museo no ha pensado en abrirse a las exposiciones inmersivas que han cobrado popularidad en los últimos años, sino que prefieren otro tipo de convivencia con la tecnología y las tendencias artísticas. Por ello, su meta permanece en brindar un espacio de sociabilidad más que sólo ofrecer conocimiento, una aproximación o una experiencia.
Únete a la celebración
Para celebrar, el 25 de noviembre, a las 12:00, se inaugurará la exposición “Beatriz González. Guerra y paz: una poética del gesto”, para después ofrecer un concierto gratuito de María Daniela y su Sonido Lasser a las 18:00. Al siguiente día, de 12:00 a 13:00, se realizará la performance “Si yo fuera edificio” de la artista Ximena Labra, en colaboración con Andrés Loewe y Rogelio Sosa, donde el público podrá modelar con disfraz de su edificio preferido de la CDMX.