A 41 años de haberse realizado la última gran exposición de Rufino Tamayo en el MAM (Museo de Arte Moderno), se montó la muestra “El éxtasis del color”, la cual podrá visitarse hasta el próximo 27 de agosto.
Además de ser uno de los exponentes más trascendentales de la plástica mexicana a nivel internacional y de haber inspirado los valores de la Generación de la Ruptura, Tamayo ha tenido un papel emblemático en la historia del museo. Por ejemplo, el día en que dicho recinto abrió sus puertas al público —20 de septiembre de 1964—, se inauguró una muestra retrospectiva del artista oaxaqueño, quien, durante su vida, expuso dos veces más en el MAM (una después de una década y otra en 1976).
En esta ocasión, se han montado 50 obras pertenecientes a los acervos del MAM y del Museo Tamayo, así como de colecciones privadas: 45 pinturas, elaboradas en diversas técnicas (óleo, pastel y gouache), cuatro dibujos (grafito, carbón y sanguina) y una mixografía (procedimiento creado por Tamayo para imprimir sobre relieve).
La curaduría estuvo a cargo de la crítica de arte Sylvia Navarrete y contó con la ayuda de Juan Carlos Pereda, especialista en Tamayo y Subdirector de Colecciones en el museo homónimo, y de la Fundación Olga y Rufino Tamayo. Algunas de las obras que se muestran son: Desnudo en gris, Anuncio de corsetería, Músicas dormidas y Homenaje a la raza india.
Finalmente, “El éxtasis del color” se divide en tres apartados conforme a su temática: En busca del arquetipo, De México al cosmos y Por una geometría del espacio, los cuales revelan las preocupaciones individuales y las exploraciones estéticas y creativas del artista.
La exposición abre de martes a domingo, entre las 10:15 y las 17:30 h. La entrada cuesta $60 y el domingo es gratis.
Dato curioso: El rockanrolero es una de las últimas obras de Tamayo y está inspirada en Michael Jackson.
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