¿Vivir de jugar videojuegos? Las personas que tuvieron contacto con los primeros títulos tal vez nunca pensaron que eso podría ser una realidad; pero actualmente no solo son una fuente de ingresos, también han conformado un deporte con torneos en todo el mundo y poderosos patrocinadores.
Los deportes electrónicos o, como también se les conoce, esports son competiciones entre jugadores amateurs o profesionales (llamados gamers) que reúnen a miles de fanáticos de esta actividad o de un videojuego en específico como espectadores.
Las partidas son transmitidas principalmente en Twitch y YouTube, aunque algunos medios de comunicación ya les han dado espacio en su programación y varios campeonatos reservan asientos para un público presencial. Asimismo, marcas como Adidas, Coca-Cola, Red Bull y Telcel, entre otras, se han encargado de apoyar o hasta crear equipos y encuentros para un mercado en crecimiento exponencial. Pero ¿cómo se llegó a esto?
Preparando el terreno
La evolución a los esports no viene de hace unos años. El primer juego que permitió a un ser humano enfrentar a un oponente, aunque artificial, fue Bertie the Brain de 1950. De ahí, Tennis for Two puso frente a una pantalla a dos contrincantes de carne y hueso en 1958.
No obstante, según El libro de los esports: La guía definitiva para entender cómo funciona la industria, de William Collis, el juego que inició todo surgió en 1962. Spacewar! fue hecho por un equipo del Instituto de Tecnología de Massachusetts, liderado por Steve Russell. El programador llevó el videojuego a la Universidad de Standford, donde se organizaron las Olimpiadas Intergalácticas en 1972. El premio fue una suscripción anual a la revista Rolling Stone.
Pueden nombrarse otras competencias que impulsaron los deportes electrónicos al nivel actual, tal como el torneo de Space Invaders de 1980 o la Nintendo World Championship de 1990. Sin embargo, se considera que el boom llegó a finales de los 90, cuando el internet permitió realizar batallas en línea e impulsar los títulos multijugador. Así, juegos como Starcraft: Brood War, Quake, Counter-Strike, World of Warcraft y League of Legends se encargaron de construir el nicho, mientras se conformaron organizaciones profesionales en Estados Unidos, Europa y Corea del Sur.
Entrar a la batalla
No cualquier videojuego puede unirse a los esports. Para que uno sea candidato es elemental que permita el enfrentamiento entre seres humanos, brinde reglas y condiciones igualitarias para todos los participantes, no influya en su jugabilidad el azar (para alcanzar un resultado justo), tenga mecánicas para pensar de forma estratégica y entrenar, cuente con una liga organizada y que logre generar audiencia.
Por esas características hay cinco géneros que dominan la industria, de acuerdo con Collis. Estos son los first-person shooters (FPS), cuya base está en disparar armas; los battle royal, donde se atacan entre todos en una gran área de batalla; los multiplayer online battle arena (MOBA), con los cuales se pueden armar equipos para ir contra un enemigo; los juegos de cartas coleccionables, en el que un tablero digital sirve para ejecutar tácticas con poderes y otros elementos asociados; y los juegos de lucha, para recrear duelos entre dos jugadores. También merecen mención especial los juegos de carreras y de deportes.
Peleando en la arena
Algunos de los videojuegos más populares de los últimos años son Counter-Strike: Global Offensive, League of Legends, Fortnite, Dota 2, Overwatch, Call of Duty, FIFA y Valorant. La revista ISPO.com señala que tan solo en el caso de los dos primeros se calculan, respectivamente, unos diez mil y siete mil jugadores profesionales especializados en sus universos.
De ellos han derivado campeonatos y ligas como el League of Legends World Championship (o Worlds), el cual hace entrega de la Copa del Invocador y reparte entre los primeros ocho lugares una bolsa de más de dos millones de dólares; o The International, que entregó al primer lugar en Dota 2 más de 18 millones de dólares de su bolsa de 40 millones en 2021. Otros destacados son CS:GO Major Championships, Fortnite World Cup, The Overwatch League, Call of Duty World League y PUBG Global Championship.
Finalmente, la consultora Newzoo calculó que los esports atraerán este año 532 millones de espectadores (sumando los ocasionales) en todo el mundo, que serían aproximadamente 97 millones de personas más respecto al año pasado. Esto se traduce en cerca de 1,380 millones de dólares en ingresos. Muy atractivo en términos mercadológicos.
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