Philippe Apeloig inició estudiando arte en París para después emprender un largo camino en el diseño; sin embargo, nunca dejó sus raíces clásicas atrás, en cada uno de sus diseños hay un claro referente en las bellas artes, la arquitectura moderna y la danza contemporánea. Gracias a esto su obra se ha vuelto a poner sobre la mesa un eterno cuestionamiento, ¿el diseño es arte?
El arte y el diseño siempre han conectados, su gran diferencia es que uno es exhibido en los museos mientras al otro lo podemos ver día a día alrededor de la ciudad, por lo menos hasta esta exposición.
“Typo Apeloig: un parisino en América”, en exhibición hasta el 15 de junio en la galería del piso 3 de CENTRO (Constituyentes 455, Col. América), es una muestra que nos presenta las 30 obras más importantes de Philippe Apeloig entre las que destacan el famoso cartel de Chicago y el póster creado para celebrar los 100 años de Frida Kahlo. En el marco de esta exposición, tuvimos la oportunidad de hablar con Philippe quien nos explicó un poco acerca de sus obras.
¿Por qué de todas las ramas del diseño decidiste enfocarte en la tipografía?
La tipografía brinda un gran rango de ima- ginación porque es abstracta, esa es la razón por la que puedes ser tan creativo, es más que copiar imágenes realistas sino una imagen que viene de tu mente. Para mí, las letras son una paleta de color con la que puedes jugar, significa que, aunque trabajas con espectro un limitado al quedarte con el alfabeto latino de 26 letras, sus combinaciones y sus formas son infinitas.
¿Qué relación hay entre el color y las letras en tus obras?
Yo siempre comienzo a trabajar en blanco y negro porque, en esencia, la tipografía es un juego de luces y sombras, de las formas y el contraste. El color viene después, una vez que he encontrado la forma perfecta y que la composición está lista. No estoy muy familiarizado con usar colores, me encantan los colores porque son mágicos, tienen un increíble sentido y significado, pero eso viene en un paso posterior. Por supuesto tengo colores favoritos que utilizo con frecuencia en mi obra, como el azul, porque tiene un gran rango de tonos, puede ir desde un azul suave hasta el índigo sin mayor problema, es probablemente el único color que puede darte una gama tan amplia sin perderse, el azul nunca cambia.
¿Cuál es el mayor obstáculo para que el diseño sea considerado arte?
El diseño puede ser muy técnico y tiene una conexión muy fuerte con la funcionalidad, no puedes evitar tenerla en mente mientras diseñas. Pasa algo similar entre el diseño de objetos y el diseño gráfico, si te creas una silla y no es cómoda cuando te sientas en ella, el diseño no está bien. Si creas un logo muy complejo y no puedes recordarlo tampoco está bien. La funcionalidad que debe tener el diseño ha sido el principal punto de quiebre para que el diseño no sea considerado arte, porque es muy técnico. El diseño tiene un objetivo mientras el arte carece de él. Como diseñador, uno puede elegir diferentes ver-
tientes; en mi experiencia, elegí usar el diseño gráfico de una manera muy artística. Me gusta crear con él, me gusta darle un sentido de emociones y sensibilidad que pueda causar un efecto con el diseño mismo, esto es lo que hace la diferencia. El arte no tiene límites, puedes hacer arte político o arte intelectual que como en el diseño buscan el poder de la emoción y tienen un significado que va más allá de crear algo bonito.
¿Estás familiarizado con el trabajo de algún diseñador latinoamericano?
Por supuesto, aunque soy muy malo con los nombres. Los hermanos Campana en Brasil y a Lance Wyman, quien diseñó toda la identidad de los Juegos Olímpicos de México en 1968. Algo que me gusta particularmente de su trabajo es cómo logró representar el crecimiento de la ciudad a través de formas y de líneas, eso me parece muy interesante. Desde luego también admiro el trabajo de Gabriela Rodríguez, quien forma parte de la Alliance Graphique Internationale. En realidad es ella quien me invitó a participar en el proyecto de Frida y Diego en las pasadas celebraciones.
¿Qué representa para ti exhibir tus obras en Latinoamérica por primera vez?
Es siempre muy emocionante, sobre todo con esta exposición, ver mis obras reunidas en un solo lugar, porque en el estudio nunca tuve la oportunidad de verlas juntas. Puedo ver obras que hice hace años, te da la oportunidad de ver tu propio trabajo evolucionando con el tiempo. Latinoamérica siempre ha sido un foco de interés para mí. He leído a muchos escritores latinoamericanos y admiro a muchos artistas y arquitectos de esta región. Tuve la oportunidad de diseñar un póster muy conectado a la cultura mexicana, se trata del cartel de Frida y Diego que se presentó como parte de las celebraciones de los 100 años de Frida Kahlo y la conmemoración del aniversario luctuoso de Diego Rivera. Al final, siempre es un poco incierta la reacción del público una vez que están en la exhibición.
¿Tienes planeado presentar esta exhibición en otro país del continente?
Sería un sueño, pero por ahora no hay planes de llevarla a otra parte. Es algo que me encantaría.