Diego Boneta como Luis Miguel

Foto: Cuartoscuro

19 de abril 2018
Por: Alejandra Jarillo

Ser (y dejar de ser) Luis Miguel, esto cuenta Diego Boneta

En esta nueva producción de Netflix aparece Diego Boneta como Luis Miguel. El actor nos habló sobre esta serie y cómo fue interpretar al Sol

¿Te imaginas a Diego Boneta como Luis Miguel? El actor interpreta al cantante mexicano y nos cuenta a detalle qué se siente estar en la piel del Sol para representarlo en la serie Luis Miguel, que se estrena el domingo en Netflix

Es difícil mirar a Diego Boneta sin intentar buscar los rasgos de Luis Miguel en él. Desde que se rumoró que se hizo separar los dientes para tener un parecido aún más fiel, que su coach actoral fue el mismo que el de Bardem, hasta encontrarnos con su imagen en el cartel que inundaba la ciudad anunciando la nueva serie, uno podía intuir que la caracterización sería impresionante. Sin embargo, al ver el primer capítulo, notamos que la transformación no solo fue física, sino interior: en la escena del Baby O, en la que Luis Miguel-Boneta presenta el video “Cuando calienta el sol”, se pueden ver las muecas, los gestos, la voz, el agarradito de pelo del cantante; uno deja de ver a Diego para empezar a ver a Luis Miguel. Se trata del Luismi de 1992, el de los pelos leonescos.

Un Luis Miguel que empieza a probar las mieles de la fama, el de los primeros amores, pero también el que empieza a verse vulnerable por la falta de su madre y por el yugo de su padre, Luisito Rey, una suerte de villano en la vida del cantante. El capítulo empieza, justamente, cuando le anuncian a Luis Miguel que su papá se encuentra grave en el hospital, pero él se niega a ir a verlo.

¿Qué fue lo más intenso de interpretar a Luis Miguel?

Empiezas viendo a un Luis Miguel de 1992, luego viene un flashback en el que aparece un Luis Miguel totalmente diferente, el de 1987. Uno de los mayores retos de hacer esta serie fue que estábamos filmando fuera de continuidad, imagínate así escenas de 13 capítulos: cada guion tenía unas 60 páginas, yo cargaba con una biblia todos los días, porque me tocaba hacer escenas de Luis Miguel de 20 años, Luis Miguel de 18; y hay cosas que él hacía a los 17 que ya no hacía a los 20. Por ejemplo, la patadita no la hacía a los 17.

¿En qué consistió tu preparación actoral?

Veía videos, hice mucha investigación y notas, pero no solo eso. Platiqué con gente que lo conoció a temprana edad, y créeme: hay muchas diferencias con el Luis Miguel de hoy. Solo en investigación me llevé un año, a eso súmale el tener que cantar todas las canciones, grabé 16, en ellas tenía que sonar como alguien que no soy yo, y ese alguien que no soy yo resulta ser uno de los mejores cantantes de la historia…

Has dejado a Diego Boneta de lado para ser Luis Miguel.

Te puedo decir que este es el primer proyecto en el que me veo en las escenas y digo “ese no soy yo”. Cuando le mostré a Luis Miguel la recreación de los videos de “La incondicional” y “Cuando calienta el sol”, me arrebató el teléfono y me dijo “es que este soy yo”. Me abrazó.

¿Luis Miguel te ayudó a prepararte?

Sí, él fue alguien esencial para mi preparación. Porque a mí no me tocó interpretar al Luis Miguel frente a cámaras, sino detrás de cámaras. Era Mikey, no Luis Miguel. Cómo era como hijo, como amigo, como novio. Poder estar con él y con las historias que me contó fue esencial.

Durante la época de filmación, ¿te dormías pensando que eras Luis Miguel?

Yo pensaba que me estaba yendo a dormir como Diego, pero lo traía en el subconsciente. Cuando convivía con la gente, me decía: “Estás hablando como él”, y yo no me daba cuenta, no lo hacía a propósito. Había oído historias de actores que les pasaba esto y me daba miedo, ve cómo terminó Heath Ledger. Fue hasta que terminó la serie y me quitaron lo del diente, me tiñeron el pelo a mi color, que me di cuenta lo metido que estaba en él. Me miré en el espejo y, literal, no reconocí a la persona que estaba en frente de mí.

¿Qué hiciste para salir de él?

Le marqué a Óscar Jaenada y le dije esto: “Óscar, ¿qué es esto?, ¿qué hago?”. Me dijo: “Vete de México, córtate el pelo, habla con tus amigos, empieza a hacer las cosas que Diego hacía antes de hacer la serie”. Esta serie fue mi vida por dos años, y no es algo que de la noche a la mañana pueda sacarme. Sigo en el proceso de dejar de ser Luis Miguel.

La serie se basa en la biografía escrita por Daniel Krauze, que ha sido autorizada por Luis Miguel, ¿es condescendiente?

Todo lo contrario. Si el primer capítulo te pareció revelador, solo te digo que es la punta del iceberg. Hay escenas muy fuertes que me llegaron a afectar a nivel personal, esa es la diferencia entre un imitador y un actor. Hice todo para poder justificarlo, no para juzgar sus actos, para que la gente pudiera empatizar con él y entender por qué es quien es. Es un Luis Miguel humano, y los humanos somos vulnerables. Mi trabajo fue humanizar al mito. Al terminar la serie pude darme cuenta de que realmente di todo.

¿Qué sientes por Luis Miguel?

Empatía total. Sin embargo, no es por mala onda, pero hay reporteros que me dicen “habla como él”, y con todo respeto les contesto “ya”. Justo estoy en el esfuerzo de no hablar como él, quiero enfocarme en mi próximo proyecto, que es Terminator. Ni modo que salga ahí como Luis Miguel… Ni modo que también ahí haga la patadita, ¿no?

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