El cantautor uruguayo Jorge Drexler, ganador de un Óscar, está de gira en nuestro país. Jorge Drexler y su Salvavidas de hielo llegan al Teatro Metropólitan este 22 y 23 de febrero
En tiempos de recursos sonoros desbordados y accesibles, Jorge Drexler compuso un disco frugal, con el cual demostró que la simpleza de la voz acompañada por guitarras puede tener la misma potencia que la alcanzada por cualquier otro género musical. El año pasado publicó Salvavidas de hielo, un álbum grabado solamente con guitarras —incluso usando la caja del instrumento como percusión—, y por el cual visitará nuestra ciudad este jueves 22 y viernes 23 de febrero en el Teatro Metropólitan (av. Independencia 90, col. Centro). En él nos invita a encontrar una manera de despedir a los glaciares, bendice a la telefonía y sostiene que lo más va- lioso que uno puede dar es el silencio. El disco, además, tiene una marcada influencia mexicana y en el video de la canción “Movimiento”, la corredora rarámuri Lorena Ramírez aparece entre los hermosos paisajes de la sierra Tarahumara. Platicamos con él sobre el disco, la influencia de la ciudad y los ritmos que lo mueven a estas alturas y esto fue lo que nos contestó.
En el disco hay colaboraciones con varios mexicanos, como Natalia Lafourcade o Julieta Venegas, ¿qué representó el país y la CDMX en tu proceso creativo?
México fue un verdadero dínamo para el disco, produjo una entrada de energía importantísima. Los invitados mexicanos trajeron elementos de fuerza y mucha personalidad. La Ciudad de México es un lugar vertiginoso, con una energía que me encanta haya entrado.
¿Por qué usas solamente guitarras en tu último disco?
Como ejercicio creativo me gusta ponerme limitaciones. También me gusta buscar soluciones originales a esas limitaciones, y esta me pareció así. La limitación provocó la expansión del sonido en direcciones insospechadas. Le voy a dar la razón a Ígor Stravinski, quien decía: “Cuanto más me limito, más me libero”.
¿Por qué dedicarle una canción al silencio?
Es la materia prima del que se dedica a trabajar con sonido. Pero en la canción no hablo solamente del silencio acústico, también hablo del silencio mental: decirle a la mente que se detenga. Es muy importante para mí parar la cabeza y no dejarme arrastrar por el hilo del pensamiento, sino saber estar un momento en silencio y disfrutarlo. No se me da fácil, pero uno no escribe sobre lo que tiene, sino lo que aspira tener.
Y cuando no hay silencio, ¿qué es lo que más disfrutas escuchar?
Muchas cosas, pero ya que estamos hablando de México, me gusta escuchar son jarocho, a Agustín Lara, soy fanático de El David Aguilar y me encanta José Alfredo Jiménez.
¿Cómo consumes música?
De todas las maneras, a veces vinilo, a veces un CD, escucho música en Spotify, aunque no es mi medio preferido. El favorito es el vinilo, porque requiere una actitud de escucha: en vez de escuchar canción por canción como en los formatos digitales, es complicado cambiar de canción, ya que uno tiende a poner un disco y escuchar una cara entera.
Llevas más de una década viviendo en España, ¿cómo ves desde allá a Latinoamérica?
Con una enorme fascinación y esperanza. Me parece un laboratorio de integración de culturas: la indígena, la ibérica y la africana. Es un laboratorio que se adelantó 500 años a la integración que se practica hoy en día en el mundo, y me parece que es un privilegio y un patrimonio riquísimo el que tenemos.
Hace tiempo que en tus discos se detectan recursos líricos del rap, ¿a qué se debe?
A mí me encanta la combinación de palabra y ritmo, y de palabra y melodía, en todas sus variantes; y el rap es una de ellas. Eliminar la melodía y dejar solo la palabra y el ritmo refuerza la atención en la palabra. Es cierto, casi todos mis discos tienen canciones que usan elementos del rap, y tienen fragmentos hablados. Esto empezó a pasar en el 2004, cuando escribí la canción “Guitarra y vos”, que tuvo que ver precisamente con la relación con un músico de rap italiano, que se llama Jovanotti. Trabajando con él aprendí a escribir con métrica abierta.
¿Qué opinas del reguetón?
Tiene una célula rítmica del norte de África antiquísima, ancestral, que es muy poderosa. En la base tiene un grandísimo poder sexual, y todo el mundo lo nota. Creo que el reguetón no ha llegado todavía al final de su desarrollo, va a dar mejores canciones que las que tiene ahora. En este momento está centrado en aspectos de poca variedad temática. Igual pasó con la cumbia, el reggae o el tango, surgieron en entornos muy marginales, pero luego se volvieron una lengua franca del continente. El reguetón es ahora una lengua franca del mundo, se escucha en todas las ciudades. Yo le tengo mucho respeto porque esa célula rítmica es mágica.
DEL CARNAVAL URUGUAYO AL GADITANO
Aunque Jorge Drexler es uruguayo, su acercamiento a las murgas ocurrió hasta que fue a Cádiz y encontró los vínculos en los espectáculos teatro-musicales de ambas fiestas. En Cádiz terminó siendo pregonero del festival.
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