Carlos Gómez Iniesta, director de The Film Tours México, nos habló de este proyecto que revitaliza el patrimonio cinematográfico de nuestra ciudad
En un esfuerzo por preservar y celebrar el legado cinematográfico, The Film Tours México conecta a cinéfilxs y curiosxs con la historia audiovisual de la capital. Este proyecto recorre las calles que han sido escenario de grandes producciones y nos sumerge en la atmósfera de una época dorada, cuando las salas de exhibición eran un epicentro de la vida cultural.
Conversamos con su director, Carlos Gómez Iniesta, maestro en Humanidades Digitales, docente, crítico, investigador y editor de cobertura cinematográfica por más de 20 años, quien nos cuenta cómo el cine trasciende la pantalla para convertirse en un testimonio de la historia chilanga.
¿De qué forma el cine atraviesa la vida de la ciudad?
¡De muchas formas! Para mí hay dos eventos que cambiaron el horizonte de la CDMX: uno sucedió en 1896 con la llegada de los enviados de los hermanos Lumiere para presentar el cinematógrafo. Ese evento impulsó la improvisación de salas en los lugares más inusuales para después comenzar la construcción de verdaderos palacios para ver el cine (¡llegaron a construirse complejos de hasta 7 mil personas!).
Esa fue la muestra más poderosa de lo importante que era la industria del cine en nuestro país. El otro evento llega en 1985: el terremoto acelera la transformación, reasignación, demolición o abandono de estos templos. Por fortuna, siguen algunos de estos mausoleos como testigos de mejores tiempos del séptimo arte y hay que hacer todo por mantenerlos de pie.
¿Cuál es la relación entre el cine y la memoria?
El cine, como radiografía de un tiempo, espacio y pensamiento específico, ha empleado las calles y edificios de la ciudad para contar estas historias. Tenemos joyas únicas como el documental Memorias de un mexicano del Ing. Salvador Toscano, quien fue de los primeros en comprar un cinematógrafo.
Gracias a ello, podemos ver a Porfirio Díaz inaugurando el Hemiciclo a Juárez en la Alameda, ¡imagina todos los formatos por los que un documento como éste ha pasado tras casi 115 años! Es hermoso atestiguar la evolución del transporte, el vestido y la arquitectura en una avenida esencial como es Juárez.
¿Cómo han cambiado las salas de exhibición en la CDMX?
Hubo un tiempo en que hicimos verdaderos templos para consumir cine. Arquitectos españoles, americanos y mexicanos vinieron específicamente a construir edificios llenos de arte que no escatimaban en agregar escultura, pintura, arquitectura, música, e incluso danza. Guillermo del Toro dice que una gran película te transportará a un lugar que no podrás imaginar, pero si sucede en un templo como estos, la experiencia será trascendental.
Hoy los cines, con todo y sus mejoras de audio y sonido, responden más a las necesidades mercantiles que a la experiencia como era concebida hace 70 años.
¿Lxs chilangxs tenemos algún hábito al momento de ir al cine?
Quiero pensar que sí, sobre todo porque la gran mayoría de películas se distribuyen aquí a diferencia del interior del país. Al menos sí tenemos acceso a más opciones de contenidos para verlo en la comunidad de una sala cinematográfica.
También debe haber un hábito raro como echarle jalapeños a las palomitas y ese tipo de delicias improvisadas, pero no lo he podido comprobar.
Sobre el proyecto
“The Film Tours México difunde y rescata el patrimonio arquitectónico y audiovisual de la ciudad a través de la visita a locaciones y edificios históricos del cine.
Son walking tours de tres horas en diferentes rutas donde recordamos películas filmadas en sus calles, las visitas de celebridades a ciertos edificios, algo de cultura pop y la nostalgia de la época de oro… Es una prueba de que el cine no sólo está en las pantallas: es parte de nuestra historia como chilangxs”, dijo Carlos Gómez.
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