El bombero Ismael Figueroa, quien será el único diputado independiente en el Constituyente, se dice listo para asumir ese trabajo.
Para los capitalinos, los bomberos son héroes. Y esa buena imagen pública fue uno de los factores que más ayudó a su líder sindical, Ismael Figueroa Flores, a convertirse en el único candidato independiente que ganó un asiento en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, el órgano que se instalará en septiembre próximo para discutir la primera Constitución local.
Así lo reconoce el propio Figueroa, quien asegura que asumirá su rol como asambleísta con el mismo arrojo con el que los ‘vulcanos’ enfrentan sus tareas cotidianas, aun si esto implica arriesgar la vida.
“Cuando vamos al incendio y no podemos [con él], traemos más equipo, pero de que lo tienes que apagar, lo tienes que apagar. Si la gente se echa para atrás, tú tienes que entrarle. Estamos acostumbrados”, contesta sobre si está preparado para cabildear, negociar y conseguir apoyos para impulsar las propuestas de su agenda.
Figueroa es un hombre fornido de 42 años. Enfundado en una chamarra de piel, camina por el patio de la Central de Bomberos, en Calzada de la Viga, como si fuera su propia casa. Rodeado de sus compañeros, da instrucciones, se aleja un poco para discutir algo en privado, pide que le sostengan sus lentes de sol y atiende esta entrevista después de una larga reunión en la dirección del organismo.
Desde que obtuvo su registro como candidato independiente con 93 mil firmas de apoyo ciudadano —19 mil más que las exigidas por el Instituto Nacional Electoral (INE)—, ha sido cuestionado sobre cómo consiguió ese respaldo. Se le insiste en este punto y se le interroga cómo fue que al final sólo acumuló poco más de 20 mil votos, a lo que responde que no tiene nada irregular que ocultar. Si recabó tantas firmas, fue gracias a la ayuda de colegas y sus familias, y si no logró tantos sufragios, es porque el voto es libre, afirma.
Más aún, asegura que su independencia es a prueba de fuego: “Lo garantiza mi trabajo, que nací en esta ciudad, que el sindicato de bomberos es independiente, que nosotros siempre hemos sido independientes. Y sí, tengo fotos con el jefe de Gobierno [Miguel Ángel Mancera], pero porque también trabajo en el gobierno”.
Figueroa decidió estudiar la carrera de Derecho, pero nunca pensó que, años después, se encontraría frente a este proceso histórico: ser parte de los redactores de la primera Constitución de la capital del país. Del mismo modo, tampoco se imaginó que, tras dejar sus estudios truncos para brincar al oficio de bombero —del cual toma sus referencias culturales—, de todas formas terminaría elaborando leyes.
Secretario general del sindicato de bomberos desde hace 10 años, asegura que todo lo que haga dentro de la Asamblea Constituyente será para beneficiar a los ciudadanos, como afirma que lo ha hecho con su desempeño en el servicio público.
“Si arriesgo la vida con los compañeros por alguien que no conocemos, por supuesto que le vamos a echar ganas a esto […] Si ahorita suena la alarma, salen los compañeros. Si es un incendio grande, voy con ellos. Al final se siente bien, porque yo no tengo ningún compromiso más que con la gente, el compromiso es con ellos, hacer las leyes, y vamos a entrarle, yo creo que si hablamos bien y hablamos firme, y ocupamos las redes sociales, la misma gente se va a ir sumando”, dice.
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Un gremio maltratado
Figueroa afirma que su prioridad es que se atiendan las necesidades no sólo de su gremio, los bomberos, sino de todo el sector de emergencias y seguridad en la ciudad.
Estos trabajadores —dice— tienen bajos salarios y jornadas extenuantes. Sin embargo, el futuro asambleísta no logra detallar cómo hará para introducir en la primera Constitución local principios que den certeza jurídica y laboral a estas personas.
Pese a ello, insiste en que su objetivo es que los servidores públicos de instituciones como la policía, los agentes del Ministerio Público y el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) tengan un ingreso digno, con el propósito de que puedan desempeñar sus tareas y de que los capitalinos puedan estar seguros de que recibirán ayuda si así lo necesitan.
“Tenemos que mejorar sus condiciones de trabajo, su salario, sus descansos, para que hagan bien su trabajo y no estén pensando en la quincena, en que tienen un salario de tres mil [pesos] y, aun así, tienen que quedarse más horas. Esa es la idea, que se pueda ejercer el presupuesto para mejorar sus condiciones laborales”, declara.
Para alcanzar esa meta, menciona que no buscará aliados particulares, sino convencer a todos los partidos políticos con el apoyo popular: “Yo quiero ver qué partido político va a decir que no, que gane más un político que un policía. Qué partido te va a decir que no, que mejor se vaya el presupuesto para otro lado”.
De cara al proceso que viene, Figueroa confía en que podrá ser un buen negociador y niega sentirse intimidado por ser el único diputado independiente que tendrá la Asamblea. Frente a los políticos de larga trayectoria, dice, tiene la ventaja de que él conoce la ciudad, “desde la puerta más humilde hasta la mansión más rica”.
En cifras
- 21 candidatos independientes compitieron por un lugar en la Asamblea Constituyente.
- 176,918 sufragios consiguieron en conjunto, lo que equivale a 8.25% de la votación total.
- 20,045 sufragios obtuvo Ismael Figueroa, quien fue el independiente con mayor votación.