A través de la apropiación del espacio público, seis antimonumentos en la CDMX recuerdan a las víctimas de hechos violentos.
Desde 2015, en calles del Centro de la ciudad se han instalado seis estructuras a manera de protesta. Los antimonumentos han peleado por espacios urbanos para dejar un recuerdo en la memoria colectiva y resaltar hechos sociales en los que se exige justicia.
De acuerdo con el artículo, “Antimonumentos. Espacio público, memoria y duelo social en México”, elaborado por Alfonso Díaz y Lilian Ovalle, psicólogos sociales, “los antimonumentos son prácticas vivas de conmemoración, procesos de memoria reparadora y transformadora frente al duelo y el dolor (…) son piezas que al transgredir las reglas de los lugares donde se ubican, invitan a la reflexión, reclaman justicia y se convierten en un motor de resistencia”.
En tanto, Paseo de la Reforma es una de las avenidas más importantes para la memoria monumental de la historia de México, por lo que se ha convertido también en el espacio ideal para la protesta, para dejar memoria viva de las crisis que enfrenta el país.
Para el arquitecto Felipe Leal, los antimonumentos implican el reconocimiento y apropiación del espacio público y “aunque a las autoridades no les guste, también es una forma en la que se demuestra el ejercicio activo de la ciudadanía”, dice.
Los antimonumentos de la CDMX +43
Ubicado en el cruce de Paseo de la Reforma y Bucareli, fue instalado el 26 de abril de 2015 a siete meses de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” en Ayotzinapa, Guerrero.
Se trata de tres piezas y una placa que reza “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”. En su instalación participaron los padres de los estudiantes desaparecidos, integrantes de diferentes organizaciones sociales, los artistas que la diseñaron, ciudadanos que apoyan la causa y un grupo de albañiles encargados del montaje.
En una carta pública que familiares de los 43 estudiantes enviaron a medios de comunicación, explicaron que se trataba de un “antimonumento” porque buscaba hacer visible un llamado de justicia y pidieron a las autoridades de la CDMX garantizar su resguardo como una forma de no ser cómplices de la impunidad.
“El proyecto +43 no aspira a perpetuar el recuerdo sino a alterar la percepción de que un hecho es inamovible. Es una protesta permanente de reclamo y de justicia al Estado en el espacio público y una llamada de atención a los transeúntes que cruzan cotidianamente la zona (…) +43 es un antimonumento porque está destinado a ser retirado el día que el Estado esclarezca los más de 150 mil homicidios y presente con vida los más de 30 mil desaparecidos”, dijeron.
ABC ¡Nunca más!
Se encuentra en Paseo de la Reforma 476, frente a las oficinas centrales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). El antimonumento fue instalado el 5 de junio de 2017, a ocho años de la muerte de 49 bebés en un incendio en la Guardería ABC en Hermosillo, Sonora.
La estructura elaborada por los mismos artistas que crearon el antimonumento por los 43 de Ayotzinapa, consiste en el número 49 sobre las letras ABC, está hecha de metal con colores rosa, azul y verde, mide cuatro metros de alto y fue fijada en el camellón frente al edificio del IMSS.
David y Miguel
Este antimonumento se instaló el 5 de enero de 2018 sobre Paseo de la Reforma, justo frente a la Torre del Caballito, a seis años de la desaparición y presunto secuestro de David y Miguel, dos jóvenes de 20 años que se dirigían a Zihuatanejo, Guerrero a festejar el cumpleaños de uno de ellos.
La escultura de color azul y que simula dos siluetas a la mitad, mide tres metros de altura y busca ser un recuerdo de un caso inconcluso y de la desaparición forzada en México.
+65 ¡Rescate ya!
Está ubicado sobre Paseo de la Reforma frente a la Bolsa Mexicana de Valores. Este antimonumento fue instalado el 18 de febrero de 2018, en memoria de los mineros atrapados en Pasta de Conchos en Sabinas, Coahuila, durante 2006, cuyos nombres están grabados en la estructura de color rojo.
A 12 años de lo sucedido, los familiares de los fallecidos reclamaron que no les habían entregado los restos mortuorios y que, en la región carbonífera, los trabajadores seguían en condiciones de riesgo.
2 de octubre
Ubicado en el Zócalo de la Ciudad de México esquina con la calle de Madero, el 2 de octubre de 2018 se instaló este antimonumento al finalizar la marcha que recordó a los estudiantes asesinados 50 años atrás en Tlatelolco.
Consta de seis mosaicos que resaltan frases como “2 de octubre no se olvida” y “Fue el Estado”, activistas lanzaron una petición en la plataforma Change.org para evitar que la quitaran, a través de redes sociales, el entonces secretario de Cultura, Eduardo Vázquez, se comprometió a mantenerla en ese espacio mientras se hacían “las consultas pertinentes”.
Antimonumenta
Se ubica sobre avenida Juárez frente al Palacio de Bellas Artes. Fue instalado el 8 de marzo de 2019 por colectivos de familias de mujeres víctimas de violencia y desaparición, en el marco de la conmemoración del Día de la Mujer.
Dicha estructura causó controversia luego de ser rayada por organizaciones pro vida, por lo que colectivos feministas han realizado guardias para proteger el antimonumento.