En la CDMX, cada día hay 118 accidentes laborales en promedio, sobre todo en la construcción de obras y trabajos a grandes alturas.
ARTE: MICHEL LARIS
En la Ciudad de México, la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo local califica como los trabajos más riesgosos a aquellos que se relacionan con la construcción de obras e ingeniería civil; algunos servicios técnicos, como la reparación de maquinaria o instalaciones eléctricas; el despacho de gasolina, la manipulación de químicos y aquellos que involucran grandes alturas.
Mientras que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social federal (STPS), en su informe de accidentes y enfermedades de trabajo, revela que en 2015 se registraron 42 mil 756 percances laborales en la ciudad. Es decir, casi 118 al día.
Jesús Zepeda Vera, subdirector de Normas de Salud en el Trabajo de la STPS, advierte que, si bien en la realización de toda labor existe el riesgo de accidente, es en el desarrollo de estas profesiones donde se debe tener un mayor cuidado.
“Es necesario ser precavido, pues el riesgo que representan puede ir de un nivel bajo a uno grave, dependiendo de las características del peligro, el tiempo y la frecuencia con que se realiza”, dice Zepeda.
La peligrosidad de estas profesiones no se restringe a la Ciudad de México, sino que es una tendencia mundial. La Organización Internacional del Trabajo ubica los accidentes en la industria de la construcción como el origen del 30% de las lesiones laborales a nivel mundial.
Debido a los accidentes en este rubro (3.21 casos por cada 100 trabajadores) , en México se estableció la Norma Oficial Mexicana NOM-031-STPS-2011, que plantea los lineamientos de seguridad y salud en el desarrollo de este tipo de trabajos.
Normas para darles la vuelta
David Aguilar, director de la consultora especializada en riesgos de trabajo Cese, advierte que uno de los principales problemas, tanto en la construcción como en el manejo de químicos y maquinaria, es el desconocimiento de normas dedicadas a regular estas áreas de trabajo.
“Algunas veces, quienes se acercan a nosotros lo hacen cuando ya tuvieron un accidente. Al preguntarles si conocen las normas mexicanas que aplican al desempeño de su labor nos responden que no o, peor aún, consideran que estas leyes existen para darles la vuelta”, dice.
Aguilar cuenta que en la Ciudad de México, las empresas que más se han acercado a Cese para una consultoría son las dedicadas a la manufactura, pero también de la industria química.
“Los accidentes más recurrentes en el manejo de químicos se podrían evitar con el uso adecuado de protectores. Quienes resultan más afectados son operadores y laboratoristas”, explica.
A pesar de que existen normas como la NOM-006-STPS-2000, que establece el correcto manejo y almacenamiento de materiales, en ocasiones se prescinde de utilizar el equipo adecuado.
“En el manejo de químicos se utilizan uniformes incómodos en ámbitos calientes, que generan mayor opresión. Pero son necesarios. Por no utilizar protecciones respiratorias o guantes especializados, los trabajadores terminan por sufrir quemaduras”, advierte Aguilar.
Riesgos frecuentes
El director de Cese indica que los riesgos para la salud más recurrentes en la realización de un trabajo son el contacto con polvo y contaminantes químicos que afectan la salud con el paso de los años, el ruido (presente en fábricas y el uso de maquinaria pesada) y lesiones físicas.
De acuerdo con estadísticas sobre accidentes y enfermedades de trabajo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 86.2% de los accidentes laborales reportados afectan principalmente seis regiones del cuerpo: muñecas y manos (27.6%); tobillos y pies (14.3%); cabeza y cuello (11.7%); miembro inferior —que excluye tobillo y pie— (11%); miembro superior —excluye muñeca y mano—, (9.7%), y abdomen, columna lumbar y pelvis (8.3%).
En algunas ocasiones, el riesgo puede ser fatal. En todo el país se registran 346 mil accidentes de trabajo y mil personas mueren en el ejercicio de sus funciones.
Según los datos sobre defunción económica de la STPS, en 2015 ocurrieron 57 decesos relacionados con el cumplimento de labores. Servicios profesionales, técnicos y de custodia fueron los que presentaron el mayor número de muertes (12), seguidos por construcciones de obra (8) y transporte de pasajeros y de carga (3). El resto de los decesos (38) no identifica la profesión.
Según datos del IMSS, el 48.5% de las defunciones laborales fueron causadas por traumatismo en la cabeza.
Pero no es necesario realizar construcciones a grandes alturas o manejar sustancias peligrosas para estar en riesgo. De acuerdo con los datos correspondientes a 2014, 38.9% de las enfermedades de trabajo se relacionan con tres tipos de malestar: hipoacusia (sordera), neumoconiosis (polvo y otros agentes en el sistema respiratorio) y dorsopatías (malestar en la espalda).
“Es necesario que los patrones identifiquen elementos que puedan representar un riesgo e identificar cuando una persona está expuesta al peligro”, dice Jesús Zepeda.
En cifras:
- 42 mil 756 accidentes laborales ocurrieron en la Ciudad de México en 2015.
- 57 personas fallecieron al realizar sus labores en la CDMX durante 2015.
- 3.2 accidentes ocurren en promedio por cada 100 trabajadores de la construcción.