La delegación Cuauhtémoc y vecinos tienen ubicados entre 42 y 61 tiraderos a cielo abierto, en los que se acumulan desechos, malos olores y fauna nociva.
JOSÉ STALIN PEDRO Y CAMILO RUIZ TASSINARI
Es lunes a las siete de la mañana. En la esquina de las calles Monterrey y Zacatecas, en la Roma, hay un tiradero de basura de unos 10 metros de largo. Se observan bolsas de plástico, botellas, cartones e incluso árboles de Navidad, que un camión recolector empieza a llevarse cuatro horas más tarde, hasta las 11:30.
La escena anterior, dicen vecinos y trabajadores de la zona, se repite casi todos los días y también se ve en otros puntos de esta colonia del centro de la capital.
Lo anterior se constató durante diferentes recorridos realizados a lo largo de una semana, en los que se documentó la existencia de otros tiraderos a cielo abierto en lugares como las esquinas de Frontera y Guanajuato, Toluca y Tehuantepec y Quintana Roo y Medellín, así como sobre avenida Cuauhtémoc. En todos había tanto desechos domésticos como cascajo y malos olores, y en algunos, ratas y cucarachas.
A pesar de ser una colonia con habitantes de nivel adquisitivo medio y alto, el número de este tipo de basureros en la Roma se cuenta por decenas.
Nicolás Mollinedo, director de Recolección y Tratamiento de Residuos Sólidos de la delegación Cuauhtémoc, dice que son 42. En tanto, David Mínguez Novoa, vecino y administrador de la cuenta de Twitter @LaRomaDF, señala que se trata 61, de acuerdo con la Cartografía Participativa Roma, un proyecto realizado por los propios colonos durante el año pasado.
El origen de los desechos
Algunos lugareños consultados dicen que el problema de los tiraderos a cielo abierto tiene mucho tiempo. Otros señalan que se trata de una situación reciente. Sin embargo, en lo que la mayoría coincide es en que los desechos que alimentan estos basureros provienen de varias fuentes.
Para Mínguez, a estos lugares llega basura de los numerosos restaurantes, bares y otros negocios que existen en la colonia, de la población flotante que pasa por la zona y, también, de muchas casas. “Hay un tema de cultura muy grande”, considera.
“Hablamos con los vecinos para que le pararan, pero no funcionó”, comenta el dueño de una tlapalería situada cerca de la esquina de Quintana Roo con Manzanillo.
“Hace tiempo pusimos una capillita a la Virgen, pensando que así ya no echarían basura, pero lo que pasó es que ahora la echan a unos metros, ya no en la banqueta, sino sobre la calle”, lamenta.
La delegación Cuauhtémoc es la sexta más poblada de la capital del país con 531 mil 831 habitantes, de acuerdo con cifras de 2010 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). De ellos, 45 mil 205 —es decir, 8.5%— viven en las colonias Roma Sur y Roma Norte.
En busca de los responsables
Para algunos colonos, el problema de los tiraderos a cielo abierto se agrava porque la delegación tarda en recoger los desechos de estos lugares, aun cuando se le envían constantes reportes.
“Mi patrón lo ha hecho varias veces [pedir apoyo a las autoridades delegacionales] y no sé si le responden o qué. La cosa es que no suelen hacer mucho caso”, comenta el empleado de una veterinaria.
Cuestionado sobre el tema, Mollinedo asegura que la delegación trabaja para recoger todos los desechos domésticos y que, para ello, incluso decidió abrir una ruta vespertina —de cuatro de la tarde a 11 de la noche— con el objetivo de levantar lo que no puedan llevarse los camiones recolectores por la mañana.
En cuanto al cascajo, que corresponde a la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) del gobierno capitalino, el funcionario dice que la demarcación le envía los reportes correspondientes, aunque no vigila que los atienda. Al respecto, Máspormás solicitó entrevista con la Sobse, pero no obtuvo respuesta antes del cierre de edición.
Para resolver el problema de raíz, señala Mollinedo, la Cuauhtémoc está realizando campañas para generar conciencia entre la ciudadanía y evitar que tire basura, al mismo tiempo que busca coordinarse con otras áreas para detectar a las personas que lo hagan y poder sancionarlas.
“La dirección le comparte la información de la localización de los tiraderos a la Dirección de Seguridad Pública de la delegación, así como a la Policía Auxiliar, con la idea de que ellos monten guardia en las mañanas y en la tarde en esos puntos, para consignar a la gente que tire basura”, dice.
Mientras estas acciones se llevan a cabo y se observa si dan resultados, los reportes sobre tiraderos a cielo abierto son constantes —en especial durante los inicios de semana— y los vecinos llaman a que las autoridades atiendan con urgencia el problema. “La colonia parece de pronto una zona olvidada y es un tema que va a seguir creciendo si no hacemos algo”, advierte Mínguez.
Castigo por contaminar
Esto es lo que la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México señala sobre el tema:
- El artículo 26 de la norma establece, en su fracción IV, que tirar basura en lugares no autorizados es una falta contra el entorno urbano de la capital.
- Esta infracción se sanciona con una multa de 11 a 20 veces la Unidad de Cuenta vigente en la ciudad, el equivalente a un monto de 790 a mil 430 pesos, o con arresto de 13 a 24 horas.
- Esta sanción es la que también se aplica por cometer otras faltas, como no recoger las heces fecales de un animal de compañía, abandonar muebles en la vía pública o cambiar el uso de calles sin autorización.
Basura: el desafío permanente
En toda la Ciudad de México cada día se generan alrededor de 12 mil 800 toneladas de basura, según estimaciones de la Secretaría de Medio Ambiente local (Sedema). Las tres delegaciones con la mayor cantidad de desechos son Iztapalapa, con dos mil toneladas; Gustavo A. Madero, con mil 700, y Cuauhtémoc, con mil 300. El Gobierno del Distrito Federal (GDF), los jefes delegacionales, los legisladores y los especialistas coinciden en que la capital tiene el reto de encontrar métodos sustentables para lidiar con estos residuos.