Después de ser un proyecto controvertido por su alto costo, la Biblioteca Vasconcelos está en proceso de consolidarse como el recinto bibliográfico más importante del país.
La Vasconcelos es un espacio desafiante. En plena era digital, ocupa el cuarto lugar como el espacio cultural más visitado en México y es el primero entre las bibliotecas del país. Pero el éxito de este espacio vanguardista no solamente radica en su acervo, pues su arquitectura, talleres, salas y actividades culturales han mantenido su viveza.
Este espacio se inauguró en la misma década en la que los teléfonos celulares se masificaron, en la que la mayoría de la población tuvo acceso a los datos móviles, la misma en la que el Wifi gratuito llegó a los negocios y a las plazas públicas. En 2006, mientras todos empezábamos a conectarnos sin restricciones, la Biblioteca Vasconcelos apareció.
Tiene una extensión de 38 mil metros cuadrados, de los cuales, más del 70% equivalen al jardín botánico que rodea al inmueble y que está formado por más de 60 mil plantas de 168 especies endémicas: un espacio verde entre la mancha gris de la colonia Buenavista, a un costado de lo que antiguamente fue una estación del sistema de Ferrocarriles Nacionales de México y que hoy ocupa el Tren Suburbano.
El diseño estuvo a cargo del arquitecto chilango Alberto Kalach y ha sido considerada una muestra de arquitectura moderna al pensarse de forma paralela a las vías del tren y combinar estructuras de acero, hormigón y vidrio e incluso la revista Architectural Record la reconoció como uno de los edificios de bibliotecas más representativos a nivel mundial.
Para apreciar parte del diseño puedes pararte en la planta baja y voltear hacia arriba, desde donde notarás que los estantes parecen flotar. Además de que sus transparencias en techo y pasillos y las paredes de cristal que dan hacia el norte brindan luminosidad a lo largo de todo el día sin que los libros se dañen.
Otro de los grandes detalles del diseño es la presencia de la Mátrix Móvil, escultura creada por el artista visual Gabriel Orozco, que se trata de un esqueleto de ballena gris que está suspendido en el vestíbulo de la biblioteca; mide 11.6 metros de largo y pesa 169 kilogramos.
De acuerdo con la publicación ArchDaily, el objetivo del equipo que lo diseñó era priorizar los espacios abiertos en una ciudad de alta congestión; llevar a cabo un proceso de reordenamiento del conocimiento humano y conectar la urbanización con la naturaleza.
Un proyecto controvertido
La Vasconcelos parecía destinada a no ser. En 2001, el proyecto de modernización de la Red Nacional de Bibliotecas contemplaba la renovación de la Biblioteca México y cambiar su sede de la Ciudadela a Buenavista; sin embargo, después se planeó como un espacio distinto.
La inversión inicial fue de 954 millones de pesos y se inauguró el 16 de mayo de 2006, 15 días antes de las elecciones presidenciales; sin embargo, diez meses después tuvo que ser cerrada por problemas de humedad, goteras e inundaciones, así que las obras se extendieron hasta diciembre de 2009 y requirieron una inversión de 32 millones de pesos, lo que derivó en una investigación de la Auditoría Superior de la Nación.
La megabiblioteca se pensó como el gran cerebro digital de todas las bibliotecas mexicanas para coordinar sus servicios; sin embargo, dicho proyecto tampoco se ha logrado consolidar hasta la fecha.
Un acervo amplio
El acervo de la Biblioteca Vasconcelos está integrado por más de 470 mil libros, colocados en 40 mil metros de estantería, los cuales están disponibles para consulta directa y, dependiendo de la cantidad de ejemplares, también hay préstamo a domicilio previa credencialización.
Los títulos comprenden diez áreas de conocimiento organizados de acuerdo con el sistema Dewey de clasificación internacional, entre los que se incluyen las ciencias de la computación e información, filosofía y psicología, religión y teología; ciencias sociales; leguas; ciencias básicas; tecnología; artes; literatura e historia y geografía.
Dentro de los más consultados están los libros de arquitectura, medicina y los infantiles, aunque uno de los más exitosos es el Álgebra, de Baldor. Mientras que uno de los más antiguos data de 1900 y se trata de Novelas cortas, de Edmondo De Amicis.
Esta biblioteca también cuenta con una colección infantil de 0 a 12 años con más de 68 mil ejemplares; una de publicaciones seriadas compuesta por periódicos y revistas, y la colección de música, que tiene documentos sonoros en CD y DVD con una selección de géneros como el clásico, jazz, ópera, zarzuela, pop, rock y música de cámara.
Más allá de los libros
La Vasconcelos cuenta con un área de consulta y referencia, en cada uno de sus siete pisos hay escritorios y sillones para la lectura, además de que si cuentas con credencial puedes hacer uso de una de las más de 400 computadoras de préstamo gratuito.
El recinto cuenta con salas multimedia, de música, una ludoteca y una hemeroteca. Hay alrededor de dos mil actividades gratuitas cada año, entre proyecciones de cine, conciertos, obras de teatro, presentaciones, foros, conferencias y talleres.
Además de dos áreas especiales: la Sala Braille, dedicada a ciegos y débiles visuales con un acervo de 759 títulos tanto en braille como en audiolibros, y otra Sala de Lengua de Señas Mexicana, donde se dan servicios bibliotecarios a personas sordas y talleres para aprender LSM.