José Luis es el único bicimecánico de la Ciudad de México, uno de los oficios en proceso de rescate.
FOTO: LULÚ URDAPILLETA
Desarmadores, llaves ajustables, bomba de aire, aceites y lubricantes son las herramientas con las que José Luis Vargas, el bicimecánico ambulante de la Ciudad de México, recorre todos los días las principales avenidas de la capital.
Dice ser el único en su oficio, pues mientras existen talleres establecidos en diferentes puntos, él busca ciclistas en apuros para ofrecer asistencia mecánica básica.
Sus servicios van desde inflar neumáticos hasta parchar las cámaras de las llantas, aceitar y colocar la cadena de las bicis, también ajusta frenos y aprieta las tuercas que puedan desestabilizar el transporte.
“Ofrezco mis servicios en la bicicleta, aunque cuando hay mal clima camino y llevo un carrito con las herramientas básicas. No necesito más. De este trabajo obtengo mi sustento desde hace un año y me gustaría seguir aprendiendo”, dice.
Pepe Güicho, como le dicen sus clientes y amigos, se hizo maestro mecánico viendo y practicando. Cuenta que siempre ha sido usuario de la bici y cuando tenía alguna falla, debía pagar para que la ajustaran. Entonces, con el objetivo de ahorrar, se dedicó a visitar talleres y a observar.
“Veía cómo quitaban un chicote, cómo se cambiaba una llanta o un parchado; aprendí a ajustar los frenos y a dar mantenimiento general. Son cosas básicas, pero cuando estás en la calle sin poder moverte porque tu bici se quedó en el camino, te puedo sacar del apuro”, comenta.
La otra fuente de conocimientos, dice, la tuvo en los paseos dominicales que cada semana se realizan sobre avenida Reforma. En los 48 kilómetros de recorrido existen módulos de mecánica para bicicletas, y fue ahí donde José Luis, observando, aprendió.
“Tengo tres bicicletas y con esas empecé a practicar. Inicié probando y conforme movía piezas, aplicaba los métodos de los distintos mecánicos que visité y fue que me hice de la técnica”, cuenta.
De oficio: bicimecánico
Hoy a José Luis le toca caminar, en parte porque las lluvias ponen el piso resbaloso para las ruedas, pero también porque en el mes pasado de marzo le robaron una de sus bicicletas mientras estaba aparcada.
Güicho vive cerca del Aeropuerto y para alguien que prefiere rodar lento con tal de sentirse seguro en las calles de la Ciudad de México, es imposible moverse por avenidas que no tienen carriles confinados, lo que lo obliga a dejar su transporte asegurado en estaciones del Metro, sin embargo, una noche su bicicleta de trabajo desapareció del lugar donde la había dejado, por lo que tuvo que combinar su rutina a pie.
La zona por la que camina es estratégica: se trata del Centro de la capital y sus principales avenidas, en donde la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) ha construido ciclovías. Algunas son Reforma, Revolución, Insurgentes y Chapultepec.
También peina parte de las delegaciones Benito Juárez y Miguel Hidalgo y sus áreas de interés están en el sur de la ciudad: el Parque de los Venados, el Parque Hundido y los alrededores del Metro Zapata.
Buscar a José Luis es sencillo, siempre va rodando o caminando con una caja de herramientas y el característico letrero amarillo que cuelga de su cuello con la leyenda “Soy bicimecánico, te ofrezco mantenimiento para tu bici, silla (de ruedas) o más”.
O bien, si tu bici te dejó tirado y Güicho no aparece, puedes llamar al número de celular que lleva a la vista. Al más puro estilo de los superhéroes, bastará localizarlo por esta vía para salvar el día de algunos de los cientos de ciclistas que salen a las calles.
“Yo arreglo ponchaduras de llantas, ajuste de frenos y aceitada en la cadena, pues son las reparaciones más comunes que se suscitan en las calles, pero también hago trabajos más especializados como cambiar todo un neumático, solo que en estos casos me tardo un día para conseguir el repuesto”.
Los precios del bici mecánico de la ciudad van de los 20 a los 60 pesos por los servicios básicos, cantidad que puede aumentar si hay que comprar alguna pieza.
¿Y el precio aumenta mucho? “Lo doy al costo real, no inflo los precios porque me interesa hacerme de mis clientes a la buena. Solo necesito que me paguen el material y mi mano de obra. Si me lo piden hoy, me dedico a buscar las piezas y mañana ya tienen su bici funcional”, aclara.
“No quiero ser competencia desleal con los mecánicos fijos. En las calles en las que trabajo hay demasiadas oficinas, pocos talleres y mucha gente que anda en la bicicleta para traslados rápidos, por eso mi trabajo tiene razón de ser, no le estoy quitando clientes a nadie, hago servicios de calidad y a costos razonables”.
Antes de irse, Pepe Güicho se hinca, cierra su caja gris con herramientas y la coloca en la parte más baja de su minidiablito. Arriba va una mochila y a la izquierda una bomba de aire. Todos los objetos viajan enredados y apretados por un par de ligas gruesas para evitar que algo se pierda y deje incompleto su kit de materiales.
“No solo trabajo con bicicletas en la calle, también arreglo sillas de ruedas y las bicis estáticas por si un día requieres un servicio”, dice mientras toma el carrito y a paso firme atraviesa el Monumento a la Revolución en busca de ciclistas en desgracia.
En cifras:
- 170 kilómetros de ciclovías tiene en total la Ciudad de México hasta este año.
- 1 vez al mes se deben revisar las partes básicas de la bicicleta como ruedas, frenos y cadena.
- 200 años de creación está cumpliendo la bicicleta como medio de transporte este 2017.