Claudia Cortés / PRD
Más moderna y profesional.
Cambió el color negro por uno castaño con unas discretas luces en un tono más claro, restando rigidez a su semblante. El peinado es más lacio y con las puntas hacia adentro, con esto alarga su rostro y proyecta más fuerza. Pasó de un maquillaje casi imperceptible a uno discreto que acentúa cejas, ojos y labios. Su estilo al vestir es más actual y elegante, por ende se ve moderna y profesional.
Miriam Saldaña / PT
Sube el carisma.
Sus cambios han sido mínimos pero claves para acentuar una personalidad más carismática y seductora. En el pelo se quitó el color rojizo, dejándolo con un tono castaño que la hace ver más natural. Su maquillaje luce más profesional, viste prendas y accesorios más sofisticados, que la hacen lucir segura, lo que quizá le abra puertas en las elecciones de 2015 en Coyoacán, delegación que quiere gobernar.
Laura Ballesteros / PAN
De joven y natural a segura y con experiencia.
Ahora tiene un corte de pelo más femenino y actual, pero menos juvenil; el tono rojizo le aporta fuerza a su personalidad. Suavizó la curvatura de las cejas, logrando transmitir armonía y confianza.
Respecto a la vestimenta, aunque a veces se deja ver con pantalones de mezclilla combinados con prendas formales, dejó de utilizar vestidos casuales que podían hacerla pasar por inexperta o, inclusive, descuidada.
Olivia Garza / PAN
Buen look.
Todo indica que la diputada panista se acercó a un profesional del estilismo para cambiar su maquillaje y peinado. El hecho de que estén perfectos todo el tiempo la proyecta como mujer cuidadosa y delicada. En el caso del maquillaje, aunque sigue la línea de lo natural, la hace ver más joven y amable; quizá le sirva para su aspiración de convertirse en diputada federal en las elecciones de junio.
Manuel Granados / PRD
Discreto pero seguro.
Primero redujo su peso, con lo que logró una apariencia más juvenil. También dejó de usar lentes, lo que le da frescura, y su peinado es menos rígido, con lo que proyecta naturalidad y armonía. La modificación más notable está en su guardarropa: sus camisas casi siempre son blancas, suele llevar cuellos anchos y puños para mancuernillas, vinculados a la fuerza y el poder.
Priscila Vera / PAN
Le gustan los cambios.
Frecuentemente cambia su imagen: El pelo recogido, alaciado, quebrado y completamente rizado. En ocasiones, su maquillaje es más cargado, mientras que hay veces que parece no haber recurrido a él. Su estilo indumentario tampoco es claro, pues va de lo casual a lo formal. Con esto, la diputada corre el riesgo de proyectar inestabilidad, más aún cuando busca colocarse como diputada federal.
Dione Anguiano / PRD
De dulce y cordial a fortalecer su liderazgo.
La diputada por Iztapalapa dejó atrás los días de estilo casual por algo más ejecutivo, con abundancia de blusas combinadas con blazers. El color del pelo cambió de castaño a negro azabache, que le da una imagen más decidida y enérgica. Sacrificó la amabilidad que reflejaba su rostro, que ahora luce más estricto. Este cambio quizá proyecte el siguiente paso en su carrera política, pues pasó de un look cordial y fresco a uno que refleja mayor fuerza y liderazgo. ¿Le ayudará a convertirse en delegada de Iztapalapa?
Jesús Sesma / PVEM
Deja atrás el aire juvenil.
Su imagen es más prolija y detallada, por ejemplo, con el largo de su cabello y el ajuste de sus trajes, que también son de mejor calidad. En conjunto, su imagen es más moderna y sofisticada, pero debe cuidar que esto no le dé un aspecto lejano a la ciudadanía.
Alejandra Barrios / PRI
Poca confianza.
Aunque nunca lo ha reconocido, Brofft señala que la legisladora parece haberse hecho algunos procedimientos de cirugía estética, lo que dificulta que logre conectar con sus interlocutores. Parece poco expresiva, lo que se acentúa con los tonos dorados del cabello.
Dinorah Pizano / PRD
Más fuerza.
Su maquillaje es más dramático por el uso de colores oscuros y líneas gruesas. Si bien esto la hace parecer una mujer más fuerte, aunque también más distante y menos cordial, ¿esto podría dificultarle el sueño de convertirse en delegada de Benito Juárez?
ESTÁN DESACREDITADOS
Álvaro Gordoa, consultor en imagen pública, asegura que la profesión más desprestigiada es la de los políticos.
“Lo peor en nuestro país en cuanto a profesiones, a nivel de percepción, es ser diputado. Le gana a trabajos como el de policía y chofer de microbús. A un diputado se le percibe peor que a un microbusero”, indica basado en estudios de percepción realizados por el Colegio de Consultores al que él pertenece.
(Alejandra Crail)