En la zona de la Guadalupe Inn que recibirá a Francisco, autoridades vigilan, levantaron un censo de los vecinos y cerrarán el paso a ambulantes.
Desde hace al menos una semana, en el lugar hay una patrulla permanentemente estacionada y se observa hacer guardias y rondines tanto a policías capitalinos como a elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP), a quienes se prevé se sumen más militares y vallas metálicas.
Este es el panorama afuera de la sede de la Nunciatura Apostólica, ubicada en la calle Juan Pablo II, en la colonia Guadalupe Inn, donde el papa Francisco dormirá durante la visita a México que comienza este viernes y termina el 17 de febrero.
Aunque el pontífice no sólo estará en la capital, sino también en el Estado de México, Michoacán y Chiapas, todos los días regresará a este edificio para pasar la noche. Únicamente en la última jornada de su gira no volverá porque partirá de Chihuahua con rumbo a Roma, según ha informado el Vaticano.
Vecinos de la Nunciatura entrevistados en distintos recorridos dijeron que el incremento de la seguridad en la zona comenzó a mediados de enero, cuando el EMP empezó a levantar un censo de las personas que viven en los alrededores.
Hernán Rivera, habitante de la colonia y dueño de una carpintería local, señaló que, en las visitas de Juan Pablo II a la Ciudad de México, las autoridades tomaban esta medida para tener un registro de la gente que todos los días pasa por la calle.
“En ocasiones anteriores nos daban una calcomanía que pegamos en nuestros vehículos [para poder pasar]”, dijo.
“Pasaron a pedir nuestros datos, nombres de todos los que laboramos aquí, placas de nuestros carros, fueron elementos del Estado Mayor Presidencial”, coincidió una trabajadora de la escuela Global Christian Education Center.
A la mayor presencia de fuerzas de seguridad y el censo de los vecinos —acciones que dividen opiniones entre los lugareños— se han sumado otras medidas para resguardar el inmueble donde dormirá el papa Francisco, como prohibir que vendedores se instalen en la zona durante más de una semana.
“Pasaron personas de la delegación [Álvaro Obregón] a decirnos que tenemos que cerrar del 9 al 17 de febrero”, dijo Carlos Mateos, quien vende arreglos florales cerca de la Nunciatura. “Ninguna de las personas me dijo si íbamos a recibir algún apoyo. Sólo me dijeron que los únicos quienes podrían entrar sobre esta calle serían las personas que viven ahí”.
Consultada al respecto, la delegación señaló que llegar a acuerdos con los vendedores corresponde a la Subsecretaría de Programas Delegacionales y Reordenamiento de la Vía Pública del Gobierno capitalino, y ésta, a su vez, aseguró que esto era responsabilidad de la jefatura delegacional.
En tanto, empleados de locales establecidos también temen que las restricciones al paso y a la actividad comercial los afecten a ellos. Tal es el caso de Rosa María Cárdenas, quien trabaja en una papelería cuya principal clientela proviene de las escuelas de la zona, algunas de las cuales no tendrán clases por la visita papal.
“No sé si mi jefe me pagará o tendré vacaciones forzadas sin goce de sueldo, no sabemos qué vaya a pasar”, dijo.
Limpieza a marchas forzadas
El Papa llega este viernes a la Ciudad de México y sus actividades inician oficialmente el sábado, cuando sostendrá un encuentro con el presidente Enrique Peña Nieto en Palacio Nacional, recorrerá el Zócalo y, por la tarde, oficiará una misa en la Basílica de Guadalupe, en el norte de la ciudad.
Para esto, autoridades capitalinas han anunciado medidas de seguridad como cerrar calles cercanas al templo y estaciones del Metro y del Metrobús. Además, han lanzado anuncios para dar la bienvenida al pontífice y emprendido acciones para remozar las zonas por las que pasará.
Lo anterior también se observa en las inmediaciones de la Nunciatura, al sur, donde trabajadores de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) se afanaron en pintar banquetas y pasos peatonales y en limpiar jardineras, según se constató.
Algunos lugareños, como los trabajadores del Global Christian Education Center, critican que se preste más atención a estas tareas y a la imagen urbana únicamente debido a la visita del Papa. “Ojalá así mantuvieran siempre la calle, nunca limpian las banquetas, las jardineras están olvidadas”, dijo una de ellas.
Sin embargo, otros no sólo consideran positivas estas acciones, sino que se declaran gustosos de que el máximo representante de la Iglesia católica vuelva a México.
Uno de estos vecinos alegres es Hernán Rivera, quien recuerda cómo su hijo, tras una visita de Juan Pablo II, escribió una carta al Vaticano y, gratamente sorprendido, meses después recibió respuesta. “Esa carta que nos regresaron la tenemos enmarcada en la sala de nuestra casa”, recordó.
El itinerario de Francisco
Estas son las actividades que tendrá el pontífice en su primera gira al país:
- 13 de febrero. Por la mañana, se reunirá con el Presidente en Palacio Nacional. Después recorrerá el Zócalo capitalino y, por la tarde, oficiará una misa en la Basílica de Guadalupe.
- 14 de febrero. El domingo, Francisco oficiará una misa masiva en el municipio de Ecatepec, conurbado a la capital. Para recibirlo, el gobierno del Estado de México y el ayuntamiento remozaron la zona.
- 15 de febrero. El Papa viajará a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde se espera que se reúna con comunidades indígenas. Por la tarde, volará de regreso a la Nunciatura Apostólica.
- 16 de febrero. Durante esta jornada, Francisco irá a Morelia, la capital de Michoacán, donde sostendrá encuentros con religiosos y con jóvenes.
- 17 de febrero. En su último día en México, el pontífice viajará a Ciudad Juárez, Chihuahua. Se prevé que Francisco recorra unos 22 kilómetros de esta localidad fronteriza, antes de iniciar su vuelo a Roma.
México, el catolicismo y los papas
El papa Francisco llegará este viernes a uno de los países con mayor concentración de católicos en el mundo. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), ocho de cada 10 mexicanos dicen profesar esta religión. Antes de él, quien es el primer latinoamericano que encabeza a la Iglesia católica, otros papas que visitaron territorio mexicano fueron Juan Pablo II —en cinco ocasiones— y Benedicto XVI —en 2012—. En su única gira, este último no pisó la capital, sino el estado de Guanajuato.